(Libertad Digital) El respaldo al proyecto, según declara el periódico, se produjo al aprobar la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio de Málaga la revisión del PGOU en mayo de 1994 y el 27 de julio el Programa de Actuación Urbanística (PAU). El 18 de abril de 1995, esta comisión aprueba también el plan parcial del suelo urbanizable ordenado "Merinos norte". Sin embargo, el 29 de julio de este año, cuando el actual alcalde andalucista de Ronda, Antonio María Marín, aprueba por decreto el plan que permite el inicio de las obras, la Junta de Andalucía recurre esta decisión y pide la paralización de las obras, que ha venido autorizando en los últimos años.
Esta polémica iniciativa contempla la construcción de dos campos de golf, tres hoteles de cinco estrellas y unas 800 casas de lujo, de las que 442 son villas en parcelas de entre 4.500 y 20.000 metros cuadrados (siete mil de media) a las que hay que sumar otras 341 viviendas unifamiliares. El complejo ya se encuentra a la venta.
Las dos razones fundamentales por las que la Junta de Andalucía ha recurrido el inicio de las obras, que ya habían sido denunciadas por los ecologistas y los afectados por este macroproyecto, son la inviabilidad hídrica, como consecuencia del informe contrario de la Cuenca Mediterránea Andaluza, y por superar la edificabilidad recogida en el informe de impacto ambiental.
Problema de agua
En relación a la primera cuestión -la falta de agua para abastecer a la población que residiría en este complejo-, la Cuenca Mediterránea Andaluza ha emitido un informe en el que desautoriza la pretensión de los promotores de extraer el agua de los manantiales colindantes, donde se encuentra el principal acuífero de Málaga, que abastece a una población de unas 10.000 personas. La citada Cuenca, según el documento que obra en poder de ABC, señala que "es muy probable la afección a los abastecimientos urbanos de Cuevas del Becerro y Arriate".
Además, el informe considera "desproporcionada la dotación unitaria que resulta de repartir el volumen solicitado (595.570 metros cúbicos) entre los habitantes previstos (3.132), ya que supone una dotación de 520 litros por habitante y día, que supera con mucho las dotaciones máximas contempladas en el Plan Hidrológico de la Cuenca".
Exceso de edificabilidad
La segunda cuestión que ha llevado a la Junta de Andalucía a pedir la paralización del proyecto es el incumplimiento de las condiciones impuestas en la declaración de impacto ambiental, que sólo permitía construir en el 25% de los terrenos de la finca. El proyecto contempla la construcción del 100% de los terrenos, lo que ha llevado al Gobierno andaluz a recurrir la licencia de obras por exceso de edificabilidad.
Al margen de estas dos irregularidades, ya en 2003, cuando la empresa comenzó el movimiento de tierra, los ecologistas denunciaron la tala ilegal de más de 1.600 encinas protegidas y advirtieron que más de mil están en peligro. La aprobación el pasado mes de julio del plan, que supone el comienzo definitivo y la finalización de la tramitación, ha reactivado la oposición al proyecto.