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Los voluntarios denuncian que la ayuda no llega a los afectados en Alhucemas

La comunidad internacional se ha volcado en el envío de ayuda humanitaria para los damnificados por el terremoto de Alhucemas (Marruecos), pero los afectados se rebelan porque no les llega el material. En las zonas afectadas proliferan los tenderetes con material obtenido en los escasos repartos de ayuda.

La comunidad internacional se ha volcado en el envío de ayuda humanitaria para los damnificados por el terremoto de Alhucemas (Marruecos), pero los afectados se rebelan porque no les llega el material. En las zonas afectadas proliferan los tenderetes con material obtenido en los escasos repartos de ayuda.
L D (EFE) "No somos tontos, escuchamos aviones aterrizar sin parar y sabemos que traen cosas que necesitamos, pero no nos las dan porque luego intentarán que se las compremos", asegura un afectado refiriéndose a los propios funcionarios marroquíes.

 
España, Alemania, Bélgica, Portugal, Francia, la República Checa, Japón y Estados Unidos han enviado aviones con toneladas de tiendas de campaña, mantas, alimentos, grupos electrógenos, potabilizadoras de agua y medicinas, pero ante la ineficacia en el reparto, centenares de damnificados intentaron asaltar los camiones que transportaban el material y organizaron piquetes en las carreteras y el aeropuerto para evitar que llegasen a los campamentos. En los campamentos, algunos están haciendo negocio vendiendo plásticos, comida y la ayuda humanitaria que han podido conseguir.

Las autoridades dicen que no quieren desperdiciar

El reparto de la ayuda "es desigual y no llega a todos", denuncia Mohamed B., uno de los afectados de la zona de Imzuren que recorrió a pie, junto a su mujer y dos de sus hijos mayores, los cuatro kilómetros que separan su localidad del aeropuerto de Alhucemas para intentar coger por sí mismo "lo que necesitamos y no nos dan". Cientos de personas como Mohamed intentaron asaltar, en carreteras y el propio aeropuerto, los camiones con ayuda humanitaria, lo que impidieron miembros de la Gendarmería y el Ejército de Marruecos, pero consiguieron parar muchos de ellos por el camino.

Fuentes oficiales marroquíes intentaron justificar su actitud diciendo que "buena parte" de ese material se ha trasladado a almacenes de Alhucemas "porque si se lleva todo ahora a las zonas afectadas acabará desperdiciándose". Según las últimas cifras facilitadas por el Gobierno marroquí, se contabilizan unos 30.000 afectados en la provincia de Alhucemas, muchos de los cuales han abandonado sus viviendas tras las alrededor de 190 réplicas registradas después el seísmo principal, por lo que necesitan jaimas, mantas y comida.
 
España, a través de la Agencia Española de Cooperación y la Cruz Roja, es uno de los países que más ayuda humanitaria ha enviado a bordo de siete aviones "Hércules" cargados de equipos de emergencia logística, torres de iluminación, generadores, tiendas de campaña y material médico, a lo que hay que añadir los 20 millones de euros aprobados este jueves por el Gobierno para asistencia y reconstrucción y las partidas de emergencia de varias Comunidades Autónomas.
 
Japón opta por organizar el reparto por su cuenta

Bomberos en Acción y Bomberos Unidos Sin Fronteras de España constataron que en aldeas muy afectadas por el seísmo no ha llegado nada y se ofrecieron a la Cruz Roja y la Media Luna Roja para la distribución en las zonas de difícil acceso, algo que por el momento no han permitido las autoridades marroquíes porque han encargado el reparto al Ejército, "lo que hace que a las zonas rurales más afectadas y apartadas no llegue", aseguraron sus miembros.

Japón, que este jueves envió equipos de rescate y dos toneladas de comida, bebida y ropa de abrigo en un vuelo chárter fletado desde París, ha optado por ignorar las órdenes de Marruecos y organizar por cuenta propia y directamente el reparto, manifestó el coordinador del contingente, Katoumari Harada.

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