L D (EFE) Tras las multitudinarias carreras del fin de semana, hoy fueron muchos menos los mozos que participaron en esta carrera, que tuvo en el primer tramo y en el último instantes de gran tensión en los que los astados embistieron y arrollaron a varias personas, algunas de las cuales resultaron alcanzadas por las astas.
Además, en el callejón de acceso a la plaza de Toros se formó en la parte derecha un montón de corredores, contra los cuales se cebó uno de los toros, que derrotó en repetidas ocasiones contra uno de los mozos, que quedó tendido en el suelo ensangrentado.
El portalón de los corrales de Santo Domingo se abrió a las 8:00 horas para dejar paso a una manada que salió agrupada, aunque rápidamente tres de los astados tomaron la cabeza del grupo por la derecha fijándose en algunos de los corredores, que fueron arrollados por los animales. En una veloz carrera en la que se produjeron las primeras caídas, toros y mansos llegaron a la plaza del Ayuntamiento, donde al menos uno de los mozos sufrió una cogida.
En este tramo resbaló un burel y comenzó lo que luego sería la tónica de la carrera al disgregarse el grupo, que quedó fragmentado en varias partes después de que los animales chocaran, como es habitual, contra el vallado de la curva de Mercaderes. Un toro jabonero abría la carrera en la calle Estafeta, seguido por tres astados negros con los mansos, mientras un toro colorado y otro negro cerraban la manada.
Menos incidentes se registraron en este tramo, pese a que también se produjeron algunas caídas, debido a que la menor presencia de público permitió a los toros correr a mayor velocidad y dejar huecos entre unos y otros para facilitar lucidas carreras. Tras atravesar el tramo de Telefónica, donde también se registraron al parecer varios heridos, el encierro llegó a su momento más dramático cuando en el callejón, antes incluso de la llegada de los toros, varios corredores cayeron al suelo y formaron un montón en la parte derecha.
Cuando uno de los toros llegó a la altura del montón se detuvo y embistió en varias ocasiones a los mozos, a uno de los cuales enganchó con persistencia sin que los esfuerzos del resto de corredores por llevarse al animal sirvieran para nada. Este toro y uno colorado que venía por detrás fueron los últimos en entrar a la plaza, donde un doblador casi fue alcanzado por este último burel cuando se esforzaba en introducir al astado negro a los corrales. Tras varios amagos de resistencia, los dos toros fueron finalmente conducidos a los chiqueros y pudo sonar el cohete anunciador del término del encierro, a los 3 minutos y 13 segundos de su inicio.
Dos de los heridos han sido atendidos de urgencia en la enfermería de la Plaza de Toros de Pamplona, entre ellos, el mozo con el que se ensañó el animal en el callejón, que recibió cinco cornadas. Se trata de un corredor habitual de los encierros, Julen Madina, de Hernani, y las heridas por asta se encuentran en el glúteo derecho, la cara posterior del muslo izquierdo y en el antebrazo izquierdo. Su estado es grave, al igual que el del otro mozo tratado en dicha enfermería, Raúl Jiménez, quien presenta una cornada de dos trayectorias en el muslo derecho.
Cuando ambos despierten de la anestesia, serán trasladados al Hospital Virgen del Camino, centro en el que fueron atendidos otros cuatro corneados, entre ellos el parisino Ludovico de Carlos García, de 24 años, con un puntazo en la rodilla derecha, y el catalán Juan Marín Hinchado, de 24 años, con dos heridas por asta de toro en el brazo y la axila derechas. Los otros dos empitonados son Oscar Torrecilla Bueno, de 29 años, natural de Barañáin (Navarra), con una herida por asta de toro en el muslo derecho sufrida en el callejón; y el neoyorquino M.S., de 26 años, herido por asta en el muslo izquierdo.
Los restantes dos heridos por asta de toro se encuentran en el Hospital de Navarra, y son el pamplonés José Miguel G.G., de 56 años, quien sufre dos heridas por asta de toro en la rodilla derecha, una de quince centímetros en la cara externa y la otra en la cara interna; e Iván Nieto Aranguren, de 25 años, con una herida por asta de toro de diez centímetros en un glúteo.