L D (EFE) Un público entregado y formado por representantes de todas las generaciones de seguidores del grupo pudo comprobar que sus ídolos, empezando por Mick Jagger, que no paró de moverse por el escenario durante más de las dos horas que duró el concierto, no han perdido fuerza, calidad musical, ni ganas de tocar. "Es estupendo estar de nuevo en Europa", dijo el líder del grupo tras unas palabras en alemán, y Keith Richards, visiblemente encantado, resumió el estado de ánimo tanto del grupo como de su público al decir: "que bueno es veros de nuevo".
El "Licks World Tour" es la gira de promoción del álbum "40 Licks", una recopilación de los grandes clásicos de 40 años de carrera y el concierto de esta noche, con la excepción de una canción, no incluyó novedades. Mick Jagger, que en julio cumplirá 60 años, irrumpió en un escenario iluminado de azul al ritmo de un tema agresivo, "Street fighting man", que cantó con la misma soltura y los mismos movimientos provocativos de siempre. La siguiente canción fue un homenaje a Múnich, "It´s only rock and Roll", que el grupo compuso en esta ciudad hace 30 años.
El espectáculo, diseñado por Mark Fischer, ha sido montado en dos escenarios: uno monumental de 25 metros de alto, 54 de ancho y 25 de profundidad, y una isla colocada en medio de la sala, a la que se accede por una pasarela, donde el grupo pudo tocar como en un club su rock más puro y algunos temas de "rythm and blues". Los Rolling Stones, que ofrecieron un concierto especialmente largo, sólo dieron un bis, "Satisfaction", que interpretaron bajo una lluvia de pétalos rojos. El grupo británico actuará dos veces más en esta ciudad, una en el Estadio Olímpico y otra en una sala donde tocó en 1965. Después, seguirán su gira europea, que los llevará los días 27 y 29 a Madrid y Barcelona y que culminará en septiembre en Londres.
El "Licks World Tour" es la gira de promoción del álbum "40 Licks", una recopilación de los grandes clásicos de 40 años de carrera y el concierto de esta noche, con la excepción de una canción, no incluyó novedades. Mick Jagger, que en julio cumplirá 60 años, irrumpió en un escenario iluminado de azul al ritmo de un tema agresivo, "Street fighting man", que cantó con la misma soltura y los mismos movimientos provocativos de siempre. La siguiente canción fue un homenaje a Múnich, "It´s only rock and Roll", que el grupo compuso en esta ciudad hace 30 años.
El espectáculo, diseñado por Mark Fischer, ha sido montado en dos escenarios: uno monumental de 25 metros de alto, 54 de ancho y 25 de profundidad, y una isla colocada en medio de la sala, a la que se accede por una pasarela, donde el grupo pudo tocar como en un club su rock más puro y algunos temas de "rythm and blues". Los Rolling Stones, que ofrecieron un concierto especialmente largo, sólo dieron un bis, "Satisfaction", que interpretaron bajo una lluvia de pétalos rojos. El grupo británico actuará dos veces más en esta ciudad, una en el Estadio Olímpico y otra en una sala donde tocó en 1965. Después, seguirán su gira europea, que los llevará los días 27 y 29 a Madrid y Barcelona y que culminará en septiembre en Londres.