Los Regantes del Ebro retan a Iglesias a que encuentre un ingeniero que diga que no es un trasvase

L D (Agencias) La Asamblea de la Federación ratificó esta tarde, en Zaragoza, el acuerdo alcanzado por la Junta Directiva con el secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, en el sentido de que los regantes de la cuenca ahorrarán lo necesario para hacer posible el trasvase. En rueda de prensa, Trillo insistió en todo momento en que el agua se cede únicamente "para beber" y aclaró que los regantes no consentirán que su agua se utilice para mantener el caudal ecológico mínimo que debe llegar al Delta del Ebro, en Tarragona.

 

César Trillo dijo que "no puede ser que una ciudad como Barcelona entre en crisis de abastecimiento de agua en octubre" y, de hecho, los regantes del Ebro "entendemos" la realización del trasvase. Sin embargo, el también presidente de la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón expresó que "puede ser que, si Barcelona se limitara a abastecerse de agua de boca, a lo mejor no entraría ni tan siquiera en emergencia, pero pararían la industria".

 

A la vez, Trillo indicó que "hace sólo 20 días" en la cuenca del Ebro estaba previsto el cierre de empresas dedicadas a la deshidratación de alfalfa, secado de maíz y realización de conservas alimentarias por falta de materia prima, al preverse el fracaso de numerosas cosechas por falta de agua.

 

Con esto "quiero decir que para nosotros es un problema serio", de tal manera que "tenemos una esperanza de que el Ministerio --de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino-- sepa agradecernos la postura de los regantes", en el sentido de que "la cuenca, desde el nacimiento a la desembocadura, tiene muchísimas obras declaradas de interés general, son obras de interés general y, efectivamente, son muy necesarias para la cuenca", aunque "no se ha hablado de ninguna contraprestación ni de ningún tema de exigencia. Quizá somos demasiado buena gente", señaló César Trillo.

 

Si bien César Trillo aseguró no haber leído, todavía, el informe de los servicios jurídicos del Gobierno de Aragón sobre el trasvase, según el cual se trata en realidad de una "conexión" dentro de un mismo área de planificación hidráulica, el presidente de los regantes del Ebro dijo que "por supuesto" se puede encontrar algún jurista que afirme que no es un trasvase, pero "no creo que haya un ingeniero de Caminos que diga que no es trasvase", a lo que añadió que "para mí es trasvase", como lo es "cualquier tema que sea llevar agua de una cuenca a otra".

 

"Otra cosa distinta es la causa o el motivo por el cual se hace el trasvase", continuó Trillo, quien afirmó que "a lo mejor se debería haber llamado captación desde el primer día, para mí es lo mismo". Trillo dijo dudar de que la Federación de Regantes del Ebro niegue alguna vez el agua para beber, "esté quien esté", pero "no para un abastecimiento permanente". En cualquier caso, Trillo indicó que la del Ebro es una cuenca que abarca nueve comunidades autónomas y rechazó cualquier acuerdo bilateral, ya que la normativa obliga a lo contrario, a negociar entre el Gobierno central, regantes y todas las comunidades.

 

El acuerdo ratificado hoy tuvo un solo voto en contra, el de los regantes de la margen izquierda del Delta del Ebro. Según el acuerdo, los regantes ahorrarán un metro y medio cúbico de agua, "cada cual en la cantidad que pueda" y se pondrá a disposición de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para que la gestione y la envíe a Barcelona.

 

La cesión de aguas es "gratuita" en el sentido de que los regantes del Ebro se han abstenido de valorar la compra-venta de derechos de uso de agua, como preveía el Decreto de autorización del trasvase. Según Trillo, "los regantes no mercadeamos con el agua, no vendemos agua", sino que la utilizan para producir alimentos con destino a la sociedad. El segundo punto del acuerdo señala que no se recurrirá el Decreto, pero sí se comunicarán a la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, las quejas de los regantes.

 

Al respecto, César Trillo indicó que un segundo trasvase, por una emergencia similar, a otra ciudad, se debería aprobar en otro Decreto, siempre "dialogando e intentando llegar a acuerdos". Además, a los regantes del Ebro les hubiera gustado que el Decreto fuera más preciso en cuanto a las fechas de duración del trasvase.