Los profesores dicen estar hartos de tanta reforma y que sólo quieren pizarras

L D (EFE) El profesor de instituto Tomás Sánchez, funcionario del Ministerio de Educación desde hace veinte años y consultado por EFE después de que la titular de ese Departamento, María Jesús San Segundo, presentara a las autonomías el borrador de la nueva Ley de Educación, dijo que el problema "se atajaría con menos alumnos, unos 25 máximo, junto pizarras y enchufes en condiciones óptimas". "Me hartan todas estas reformas, que me parece que no sirven para nada, puesto que las cosas son bastante más sencillas", dijo Sánchez, tras añadir que los profesores "nos sentimos engañados un poco por los políticos, tanto de un signo como del otro".

Dejando atrás ideologías, afirmó, la LOGSE no ha funcionado como lo demuestran los resultados de "fracaso escolar" que se vienen registrando progresivamente, y por ello, no tiene sentido defenderla ni siquiera "los progres" por el hecho de que la diseñara el PSOE. Tampoco la LOCE le merece la aprobación a este docente, que lleva diez años desplazado de su lugar de residencia por motivos profesionales, puesto que dice que la considera como "un parche" de la LOGSE. En cuanto al borrador de la nueva Ley de Educación presentado por San Segundo, este profesor de instituto declinó pronunciarse teniendo en cuenta que, por el momento, dijo, sólo incluye proyectos.

Otra docente consultada por EFE, Rosa María Calderón, involucrada en esta profesión desde hace 35 años impartiendo en la actualidad clases de Arte y Geografía en un centro privado concertado, lamentó la situación en la que se encuentra el profesorado, que se ha convertido "en el gran olvidado" de la sociedad. Calderón, profesora de tercero y cuarto de la ESO y de primero y segundo de Bachiller, piensa también que unos 25 alumnos como máximo en las clases sería "lo ideal", y además opina que los estudiantes tienen demasiadas asignaturas pero carecen de destreza en materias "de toda la vida" como la lectura y comprensión.

Al hablarle de la nueva reforma educativa, Calderón advierte de que al profesorado "ya nos han pasado la patata caliente", y añade que "estamos siendo los grandes olvidados de todas las reformas" teniendo que asumir roles familiares o sociales. "¿A nosotros quién nos defiende?", se pregunta esta docente, para quien "es inimaginable la bajada de nivel que han experimentado los alumnos según han ido pasando los años", que cuenta con "una falta de cultura enorme".