(Libertad Digital) El diario El Mundo informa este lunes de que una de las vecinas que aún permanece en su casa contaba que "todos los okupas son de etnia gitana y, como los dueños han cortado el agua y la luz, han manipulado los contadores y han conectado todos los cables a una misma resistencia. Esto puede arder en cualquier momento".
La misma vecina contaba que incluso ha habido peleas entre los propios gitanos por las casas que quería ocupar: "Se han producido peleas porque varios querían instalarse en el mismo piso".
Igualmente, "intentan presentarse como víctimas. Argumentan que tienen derecho a tener una casa, que se les discrimina por ser gitanos". La vecina explica que cuando se les intenta echar te dicen que "se acogen a las noticias publicadas por la prensa de que el Gobierno iba a expropiar los pisos que estuviesen vacíos. Te enseñan el recorte del periódico y te dicen que tienen derecho y que el Gobierno les da la razón".
Concretamente, los okupas gitanos se refieren a la noticia del pasado 26 de octubre en la que El Mundo desveló que el borrador de la futura Ley del Suelo recogía que se podría expropiar o aplicar el regimen de venta forzosa a los propietarios de pisos vacíos. La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, descartó después la medida.
En total son 24 las familias que han abandonado sus domicilios, bien porque las echaron directamente los okupas o bien por miedo a sus nuevos vecinos.
Los tres edificios del municipio que han sido ocupados tienen entre 25 y 30 años de antigüedad, pertenecen a una misma familia propietaria, cuentan con 15 viviendas cada uno, uno de ellos está completamente vacío y en los otros dos casos varios pisos están vacíos, en otros viven inquilinos y en tres los residentes son los propietarios de sus apartamentos.