L D (EFE) El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, reiteró el pasado 30 de junio la disposición del Gobierno al diálogo con las comunidades islámicas presentes en España para desarrollar el principio de colaboración previsto en los Acuerdos firmados en noviembre de 1992, por los que se incluiría la enseñanza de la religión islámica en las aulas españolas.
Ante esta posibilidad, los obispos españoles han querido dar “la bienvenida” a la enseñanza de la religión islámica en los colegios públicos y privados concertados porque implica el “reconocimiento positivo de la libertad religiosa de todos los españoles y su tutela y promoción”, tal y como ha dicho el secretario general de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino. Tras mostrar su acuerdo ante esta modificación de la oferta educativa, el portavoz de los obispos españoles ha matizado que “pertenece a la prudencia de los gobernantes saber que haya proporcionalidad en actuaciones concretas dentro de esos acuerdos, cómo se llevan a la práctica concretamente, es decir que no haya luego discriminaciones practicas”.
Martínez Camino precisó que cada confesión “tiene su presencia real, su peso sociológico” y que de acuerdo con ello “tiene que haber una proporcionalidad y una justicia”; y quiso recordar que los acuerdos que en España se firmaron en 1992 con cuatro de las llamadas “confesiones de notorio arraigo” contaron con el visto bueno de la Iglesia Católica.
Acerca de la “igualdad de las distintas confesiones ante la ley”, señaló que la Iglesia Católica “ha formulado y ha defendido siempre el derecho de libertad religiosa” entendida también “como un no impedir a los ciudadanos que puedan ejercer sus derechos como creyentes y practicar su religión y de vivir de acuerdo con ella”