Los Mossos hicieron constar en su informe "como un hecho extraño" la presencia de un cinturón de albornoz que tenía un nudo y que estaba encima de una silla del comedor. No obstante, el informe de la policía científica contradice la versión de la madre de la pequeña, que el jueves dijo que cuando los Mossos acudieron a su domicilio vio que había "sangre por todas partes". "Vi el cinturón de albornoz atado a la pata de la silla y por la forma en que estaba creo que ató a la niña con ese cinturón", aseguró la madre.
La policía científica no apreció que la casa estuviera llena de sangre, aunque sí relata que, al aplicar los reactivos en unas manchas en el suelo que habían sido limpiadas, encontraron restos de hemoglobina, pero al parecer, no eran del día anterior. Fuentes próximas a la investigación han indicado que estas manchas podrían ser compatibles con la versión de algunos vecinos de la familia que han afirmado que la niña sangraba a veces por la nariz.
En cualquier caso, pese a que los investigadores consideran increíble la versión ofrecida por Francisco Javier P.E. de que la niña se cayó de la cama -una cama baja y no litera-, en ninguno de los dos registros que han hecho los mossos a la casa se han incautado de ningún objeto contundente sospechoso de haber sido utilizado para golpear a la niña.
El segundo registro al domicilio se efectuó el pasado martes y en esta ocasión sólo acompañó a los mossos Francisco Javier P.E., que intentó reconstruir su versión de los hechos. Fuentes de la investigación sospechan de que si Francisco Javier fue el autor de la paliza, éste pudo regresar a la casa en la madrugada del domingo, antes de ser detenido, y borrar huellas o deshacerse de pruebas.
Otra de las contradicciones entre las declaraciones de la madre de la niña y de su compañero sentimental es que, mientras que la mujer afirma que Francisco Javier regresó a Montcada para ducharse una vez la niña quedó ingresada en el hospital, éste ha declarado que sólo se fue a dar una vuelta "para airearse".
Los Mossos encuentran un cinturón de albornoz con un nudo y restos de sangre antiguos en casa de la niña ingresada en el Valle de Hebrón
Los Mossos d'Esquadra hallaron un cinturón de albornoz con un nudo sobre una silla, así como restos de sangre en el suelo que habían sido limpiados en casa de la niña que permanece en coma en el Hospital Valle de Hebrón. El primer registro a la casa donde vive Alba C.C. en Montcada i Reixac se produjo el pasado lunes, un día después de que la niña fuera hospitalizada. El domicilio no estaba lleno de "sangre por todas partes", como declaró el jueves la madre, aunque los restos que se hallaron eran antiguos.
L D (EFE) Fuentes próximas a la investigación señalaron que durante el primer registro, los Mossos estuvieron acompañados por la madre de Alba, Ana María C. F. Y el compañero sentimental de ésta, Francisco Javier P.E., que habían sido detenidos un día antes bajo la acusación de intento de asesinato de la niña. El hombre permanece encarcelado como presunto autor material de la paliza que ha enviado a la niña al hospital, mientras que la madre está en libertad bajo los mismos cargos que su compañero.
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