Aunque la detenida ha sido trasladada a la comisaría de Les Corts y aún no ha sido identificada, se trata de una mujer de entre 45 y 55 años, aproximadamente 1,65 metros de estatura, cabello de color caoba oscuro, complexión fuerte y buena presencia, de habla castellana, posiblemente española, que tiene una lesión cutánea en la mano derecha y que presenta un hematoma o herida en el ojo derecho debido a un golpe que recibió el pasado 25 de junio.
La mujer siempre iba vestida con una falda por debajo de las rodillas y llevaba una bolsa de mano de tamaño medio con una pequeña botella de agua dentro. Los patrulleros de los Mossos han trasladado a comisaría a 23 mujeres cuyo aspecto coincidía con esta descripción, aunque no ha sido hasta cerca de las 21.00 horas cuando los agentes han arrestado a la sospechosa
Los Mossos sospechan que también podría haber matado a una mujer de 84 años en la calle Enric Granados estrangulándola o golpeándola tras ganarse su confianza y entrando en su propio domicilio. En principio se pensó que esta anciana había fallecido por causas naturales, pero una segunda autopsia ha revelado que en realidad murió de forma violenta. Además, se da la circunstancia de que la mujer había sufrido un robo en su domicilio pocos días antes de su fallecimiento.
A parte de la agresión de anoche en la calle Urgell, la sospechosa también habría cometido otras cuatro agresiones entre los días 18 y 25 de junio a mujeres de entre 70 y 87 años. Dos de los casos tuvieron lugar en el distrito de Sant Andreu, otro en el de Gràcia y otro en el de Ciutat Vella. En todos los casos en los que las víctimas sobrevivieron fue porque su atacante pensó que ya estaban muertas, según explicaron los Mossos.
Sin embargo, el máximo responsable de los Mossos en Barcelona, el intendente Joan Miquel Capell, matizó que "no hay certeza absoluta" de la relación entre las muertes de las calles Via Júlia, Muntaner y Villarroel con la de Enric Granados.
Un "modus operandi" similar
El intendente Capell ha informado de que la agresora siempre usaba el mismo "modus operandi", ganándose la confianza de sus víctimas, normalmente en plazas, mercados o iglesias y con cualquier excusa, pedir agua o llamar por teléfono, sube al domicilio de las ancianas tras asegurarse de que viven solas. En un momento de descuido, las tira al suelo, les tapa la boca para que no griten y las asfixia utilizando cualquier trapo o cuerda que encuentre en la casa.
"Al tratarse de personas de avanzada edad se les produce una parada cardiorrespiratoria, que es la causa de la muerte", ha explicado el intendente, que ha dicho desconocer el móvil de la presunta asesina debido a que en algunos casos han desaparecido cosas de la casa pero en otros no.