L D (EFE) Martínez-Frías ha insistido en que esas posibilidades son "muy escasas" y observó que la fragmentación del objeto que entró en la atmósfera terrestre pudo comenzar a unos 90 kilómetros de altitud y continuar de forma ininterrumpida hasta los 8 o 9 kilómetros.
El geólogo es el responsable del Laboratorio de Certificación e Identificación de Meteoritos del Centro de Astrobiología (CAB), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y asociado al Instituto de Astrobiología de la NASA.
Martínez-Frías ha recordado que los científicos han descartado que los cráteres localizados en las proximidades de la localidad conquense de Minglanilla hayan sido causados por este objeto, y aseguró que no tienen "nada que ver" con este fenómeno. Ha diferenciado entre los meteoritos encontrados como consecuencia de una caída observada y certificada por alguna persona y recogidos por lo tanto con inmediatez y los hallazgos posteriores de este tipo de objetos, y consideró también improbable que se puedan hallar en el futuro restos del objeto avistado desde muchos puntos de España.