L D (EFE) En estos momentos "no se puede garantizar la seguridad" del paso del AVE por Zaragoza, agregó Lahoz, durante la presentación de un informe del Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza sobre el riesgo de hundimiento por dolinas en el trazado de las nuevas estructuras ferroviarias de la línea de Alta Velocidad en el entorno de la ciudad.
El informe, complementario a uno realizado por el mismo equipo de investigadores en 1998 para el Ayuntamiento, pone de manifiesto que "los estudios geotécnicos y las medidas constructivas adoptadas por el Ministerio de Fomento son insuficientes para minimizar el riesgo", constata la "alta peligrosidad de hundimiento en algunas zonas" y hace un diagnostico del socavón registrado el pasado mes de marzo en la línea convencional de mercancías.
El estudio de los geólogos se ha realizado en las cercanías de la ciudad, sobre unos cuatro kilómetros del nuevo corredor ferroviario, entre la intersección con el Canal Imperial y la conexión con el corredor del Ebro. De esta longitud, los profesionales han "constatado" que el 9,5 por ciento presenta una "peligrosidad alta o muy alta" y "real" de hundimiento por dolinas, y un 24 por ciento ha sufrido hundimientos en los últimos 25 años, de hasta diez centímetros por año.
Tres tramos muy peligrosos
La peligrosidad mayor de hundimiento por dolinas en el trazado del AVE, explicó Gómez, se da en tres tramos: Sur de la base aérea, tramo de la ronda sur contiguo a Miralbueno y La Cartuja-El Burgo de Ebro. Las dolinas son depresiones del terreno formadas como consecuencia de la movilización y evacuación de material del subsuelo por el agua subterránea, que con frecuencia crea cavidades o conductos en el subsuelo y cuya bóveda puede llegar a "colapsar bruscamente" formando simas, explicó.
Eso fue lo que ocurrió el pasado día 1 de marzo, cuando se produjo un "hundimiento local" que afectó a la línea convencional de mercancías que discurre contigua a la del AVE y que, en opinión de los geólogos, se debió "probablemente a la existencia de una cavidad natural en el subsuelo" pudiendo actuar como "detonante último del colapso" la obra de un colector de saneamiento.
Este informe geológico, que cuenta con el apoyo del Colegio aragonés, es el único sobre el AVE visado en los colegios de Geólogos de Aragón, Cataluña o Madrid, aseguró Lahoz, tras señalar que "no hay constancia de que se esté haciendo lo que dice el ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF)". El GIF informó ayer de que está llevando a cabo estudios geofísicos en 82 kilómetros del la línea del AVE en Zaragoza, "de mayor grado de detalle y precisión que los iniciales", por los especiales problemas kársticos en la provincia.
Se conocían los problemas
"Es difícil prever cuando va a producirse un fenómeno geológico, pero sí se conoce donde están y los efectos que producen", dijo el presidente de los geólogos aragoneses, quien informó de que las últimas lluvias "habrán acelerado claramente estos procesos". Desde el año 1989, añadió, el Ministerio conocía estos problemas, ya que una consultora pública le había informado de que el trazado actual del AVE por la Ronda Sur de Zaragoza no era el adecuado, y había recomendado que pasara por la zona Norte.
El informe, complementario a uno realizado por el mismo equipo de investigadores en 1998 para el Ayuntamiento, pone de manifiesto que "los estudios geotécnicos y las medidas constructivas adoptadas por el Ministerio de Fomento son insuficientes para minimizar el riesgo", constata la "alta peligrosidad de hundimiento en algunas zonas" y hace un diagnostico del socavón registrado el pasado mes de marzo en la línea convencional de mercancías.
El estudio de los geólogos se ha realizado en las cercanías de la ciudad, sobre unos cuatro kilómetros del nuevo corredor ferroviario, entre la intersección con el Canal Imperial y la conexión con el corredor del Ebro. De esta longitud, los profesionales han "constatado" que el 9,5 por ciento presenta una "peligrosidad alta o muy alta" y "real" de hundimiento por dolinas, y un 24 por ciento ha sufrido hundimientos en los últimos 25 años, de hasta diez centímetros por año.
Tres tramos muy peligrosos
La peligrosidad mayor de hundimiento por dolinas en el trazado del AVE, explicó Gómez, se da en tres tramos: Sur de la base aérea, tramo de la ronda sur contiguo a Miralbueno y La Cartuja-El Burgo de Ebro. Las dolinas son depresiones del terreno formadas como consecuencia de la movilización y evacuación de material del subsuelo por el agua subterránea, que con frecuencia crea cavidades o conductos en el subsuelo y cuya bóveda puede llegar a "colapsar bruscamente" formando simas, explicó.
Eso fue lo que ocurrió el pasado día 1 de marzo, cuando se produjo un "hundimiento local" que afectó a la línea convencional de mercancías que discurre contigua a la del AVE y que, en opinión de los geólogos, se debió "probablemente a la existencia de una cavidad natural en el subsuelo" pudiendo actuar como "detonante último del colapso" la obra de un colector de saneamiento.
Este informe geológico, que cuenta con el apoyo del Colegio aragonés, es el único sobre el AVE visado en los colegios de Geólogos de Aragón, Cataluña o Madrid, aseguró Lahoz, tras señalar que "no hay constancia de que se esté haciendo lo que dice el ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF)". El GIF informó ayer de que está llevando a cabo estudios geofísicos en 82 kilómetros del la línea del AVE en Zaragoza, "de mayor grado de detalle y precisión que los iniciales", por los especiales problemas kársticos en la provincia.
Se conocían los problemas
"Es difícil prever cuando va a producirse un fenómeno geológico, pero sí se conoce donde están y los efectos que producen", dijo el presidente de los geólogos aragoneses, quien informó de que las últimas lluvias "habrán acelerado claramente estos procesos". Desde el año 1989, añadió, el Ministerio conocía estos problemas, ya que una consultora pública le había informado de que el trazado actual del AVE por la Ronda Sur de Zaragoza no era el adecuado, y había recomendado que pasara por la zona Norte.