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Los diputados rusos dejan a Zarrías como un aficionado

Para ser diputado en la Duma rusa no basta con asistir – de vez en cuando- a las votaciones. Además, se exige agilidad física para, dado el caso, poder recorrerse todo el parlamento votando por ti, y por todos tus compañeros.

Los diputados rusos han sido pillados con las manos en la masa, pero no les avergüenza. Lo ocurrido la semana pasada en la Duma, es una práctica de lo más habitual: los grupos parlamentarios dejan a algún compañero al cargo de su votación, mientras ellos se entretienen con quehaceres más importantes.

Generalmente los escasos diputados que quedan en la cámara, tienen a su cargo el voto de varios compañeros, lo que provoca situaciones tan dantescas como estas. El diputado que queda "de guardia" tiene apenas 20 segundos para desplazarse hasta los escaños de los colegas ausentes, y pulsar correctamente el botón que marca el destino de la votación. Generalmente, entre 5 y 10 botones. Una labor de agilidad y destreza que requiere, como mínimo, un gran desayuno.

Las imágenes fueron captadas la semana pasada por la cadena REN-TV, en una de los plenos a los que solo habían acudido 88 de los 450 miembros de la Cámara baja. ¿Y qué se votaba en esta sesión en concreo? Una nimiedad: la prohibición absoluta del consumo de alcohol al volante. Los diputados correcaminos justifican el absentismo sistemático aduciendo que "las votaciones están decididas de antemano" ya que el grupo pro-Kremlin Rusia Unida tiene mayoría constitucional.  

Hazañas como esta dejan a la altura del betún la perpretada en su día por Gaspar Zarría
s, al que también "se le escapó el dedo" allá por 1991 en el Senado, y votó por sus compañeros socialistas ausentes.

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