L D (EFE) El policía fallecido, Antonio D.F., de 25 años, ha sido enterrado este martes en Badalona, municipio en el que vivía, tras un emotivo funeral en la Capilla Castrense de Barcelona al que han asistido mandos y agentes del cuerpo, mientras arrecian las críticas por la falta de medidas de seguridad en los juzgados de El Prat.
Según han explicado fuentes próximas a la investigación, la policía ha registrado, sin éxito, un piso del bloque 403 del barrio Sant Cosme de El Prat que consta oficialmente como domicilio familiar de Julio N. y ante el que los dos fugitivos abandonaron el lunes el Audi A-3 con el que habían huido. El detenido, sin embargo, no residía en esa vivienda desde hace tiempo al tener pendientes varias órdenes de búsqueda y captura y la policía cree que últimamente residía en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), por lo que centra sus pesquisas en ese municipio, donde se cree que, al menos, uno de los fugitivos podría tener "apoyos" que le ayudaran a refugiarse.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que los dos delincuentes ya no se encuentran en el barrio de Sant Cosme, sino que un familiar les proporcionó un vehículo en el que huyeron tras abandonar frente al bloque 403 de El Prat el turismo que previamente habían robado a punta de pistola. Los investigadores creen también que lo más probable es que los dos fugitivos hayan decidido proseguir su huida por separado para dificultar así su localización.
Según han explicado fuentes próximas a la investigación, la policía ha registrado, sin éxito, un piso del bloque 403 del barrio Sant Cosme de El Prat que consta oficialmente como domicilio familiar de Julio N. y ante el que los dos fugitivos abandonaron el lunes el Audi A-3 con el que habían huido. El detenido, sin embargo, no residía en esa vivienda desde hace tiempo al tener pendientes varias órdenes de búsqueda y captura y la policía cree que últimamente residía en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), por lo que centra sus pesquisas en ese municipio, donde se cree que, al menos, uno de los fugitivos podría tener "apoyos" que le ayudaran a refugiarse.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que los dos delincuentes ya no se encuentran en el barrio de Sant Cosme, sino que un familiar les proporcionó un vehículo en el que huyeron tras abandonar frente al bloque 403 de El Prat el turismo que previamente habían robado a punta de pistola. Los investigadores creen también que lo más probable es que los dos fugitivos hayan decidido proseguir su huida por separado para dificultar así su localización.
Los detenidos no iban esposados
La Jefatura Superior de Policía de Cataluña ha asegurado este martes que los detenidos no iban esposados cuando arrebataron el arma al agente porque estaban todavía dentro del calabozo, a la espera de ser conducidos a la cárcel Modelo de Barcelona por orden del juez instructor. Según esta versión, los dos detenidos estaban dentro de los calabozos del juzgado, por lo que no estaban esposados, y cuando los policías nacionales se aproximaron para sacar de la celda a uno de ellos, el otro se abalanzó sobre uno de los agentes y le arrebató el arma.
El suceso ha provocado las críticas de los funcionarios judiciales de El Prat, que han convocado para este miércoles una concentración ante los juzgados de la calle Narcís Monturiol para denunciar la falta de medidas de seguridad del edificio, que aseguran no dispone de una puerta exclusiva de acceso a los calabozos.
Por su parte, Francisco Jurado, el pintor que resultó gravemente herido al ser alcanzado por los disparos de los dos detenidos, evoluciona favorablemente y en las próximas horas abandonará el área de urgencias del Hospital de Bellvitge.
La Jefatura Superior de Policía de Cataluña ha asegurado este martes que los detenidos no iban esposados cuando arrebataron el arma al agente porque estaban todavía dentro del calabozo, a la espera de ser conducidos a la cárcel Modelo de Barcelona por orden del juez instructor. Según esta versión, los dos detenidos estaban dentro de los calabozos del juzgado, por lo que no estaban esposados, y cuando los policías nacionales se aproximaron para sacar de la celda a uno de ellos, el otro se abalanzó sobre uno de los agentes y le arrebató el arma.
El suceso ha provocado las críticas de los funcionarios judiciales de El Prat, que han convocado para este miércoles una concentración ante los juzgados de la calle Narcís Monturiol para denunciar la falta de medidas de seguridad del edificio, que aseguran no dispone de una puerta exclusiva de acceso a los calabozos.
Por su parte, Francisco Jurado, el pintor que resultó gravemente herido al ser alcanzado por los disparos de los dos detenidos, evoluciona favorablemente y en las próximas horas abandonará el área de urgencias del Hospital de Bellvitge.