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Los consumidores tachan la ley de "aberrante" y la CONCAPA de "comunismo rancio"

Los padres y asociaciones de consumidores aprovecharon este jueves el anuncio del ministerio de Cultura de que habrá un precio fijo para los libros y que desaparecerán los descuentos en los de texto para reabrir el debate sobre su "necesaria" gratuidad, mientras que los editores y libreros aplaudieron la iniciativa.

L D (EFE) La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tachó la pretensión de "aberrante e involucionista" la pretensión del Ministerio de Cultura y la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) confió en que se replantee la medida.

Para el director general de la OCU, José María Múgica, "se trata de una nueva e incomprensible medida, tomada en perjuicio de los ciudadanos que, en el caso de los libros de texto, habían conseguido una normativa que aliviara en parte el oneroso peso de la vuelta al cole". Según explica en un comunicado, resulta "inaceptable" que a la hora de evaluar este tipo de decisiones, que se enmarcaría en una nueva Ley del Libro, "sólo cuenten los libreros, editores y distribuidores y nada se diga de la incidencia de los consumidores".

A su juicio, la ley parece que pretende proteger a las librerías, lo que representa una actuación "intervencionista de protección de intereses particulares en detrimento de los intereses generales de los consumidores". La OCU recuerda un informe del Tribunal de Defensa de la Competencia de septiembre 1997 que apostaba por la libertad de precios de los libros al considerar que la prohibición de los descuentos "no protege la creación literaria, no favorece la lectura y la difusión de la cultura y el conocimiento y restringe la venta de libros".


Recuerdan al PSOE que antes pedía la gratuidad de los libros de texto

Esta organización apuesta por la liberalización de precios de los libros en general y por la gratuidad de los libros de texto, una propuesta que, destaca, fue "demandada por el PSOE desde la oposición y que parece haber caído en el olvido". A su juicio, sólo cuando los libros de texto sean gratuitos para las familias se podrá dar por cumplido el mandato constitucional de la gratuidad de la enseñanza obligatoria, pero "la medida anunciada parece ir justo en el sentido contrario".

Fuentes de la CEACCU por su parte explicaron que confían en que el Ministerio "se piense" la medida y le recriminó que no haya hablado con las asociaciones de consumidores. CEACCU, que también apuesta por la gratuidad de los libros de texto, rechazó que puedan prohibirse los posibles descuentos y se preguntó "dónde está la libertad de comercio y qué va a pasar con las ofertas de prensa y de las editoriales".

 
La CONCAPA tacha la medida de "comunismo rancio"

La intención del Gobierno le "suena" al presidente de la Confederación de Asociaciones de Padres Católicos (CONCAPA), Luis Carbonel, a "comunismo rancio", mientras que las grandes superficies consideran que “el único perjudicado será el consumidor”.

El presidente de CONCAPA, asociación que, según sus datos, agrupa a tres millones de familias, subrayó que se oponen "a todo lo que perjudique a las familias y lo que suponga una intromisión en la libertad de mercado". "Esta imposición de leyes suena a comunismo rancio", apostilló. "Los padres creemos que los libros deben de ser gratis y si eso no puede ser, estamos a favor de todas aquellas medidas que abaraten los libros de texto o un mayor control para que los libros de texto no cambien cada 4 años sólo por razones comerciales", añadió.

 
La presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Lola Abelló, aseguró que "lo que hay que hacer" es dar los libros gratis y "socializarlos". Recordó que CEAPA, que, según sus datos, agrupa a 12.000 Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (APA), ya llevó a cabo "en su día" una campaña nacional para pedir la gratuidad y que su pretensión es que los libros se presten a los alumnos, para "socializarlos" y que se fomente "el respeto y la responsabilidad".

Las grandes superficies creen que sólo perjudica al consumidor

 
Por su parte, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), que agrupa a las grandes superficies españolas, considera que "el único perjudicado" con la desaparición en los descuentos en los libros de texto "será el consumidor" y cuestionaron que esa medida pueda tener repercusión en sus ventas.

Un portavoz de ANGED dijo tras conocer esa iniciativa, que no les perjudicará y que, "además", si el precio es igual en todas partes "los consumidores tampoco obtendrán ventaja de comprarlos en otros sitios" distintos a las grandes superficies. Los libros de texto de los niveles de Primaria y Secundaria para el próximo curso pueden llevar un descuento que oscila entre el 5 y el 25 por ciento en función de la librería o gran superficie en el que se adquieran, según las consultas que realizó Efe en el sector en julio.

"Consideramos que el único que va a resultar perjudicado es el consumidor porque es al que realmente afecta esta norma, pero no sabemos si la medida va a tener una repercusión en las ventas de las grandes superficies", dijo la fuente. "Las empresas hacen uso de los descuentos porque está permitido, y si ahora la ley nos dice que no lo hagamos, no la haremos", agregó el mismo portavoz de las grandes superficies.

Los libreros, los únicos contentos

El presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libro de Texto (ANELE), Mauricio Santos, explicó que el descuento "no es bueno para el sector y perjudica a las librerías" y que quitarlo beneficiará "a todos, incluidos los consumidores" porque, argumentó, en las grandes superficies sólo se venden el 16% de todos los libros.

Santos afirmó que siempre han estado a favor del precio fijo y que el Real Decreto que liberalizó los descuentos perjudica a las librerías ya que no pueden competir con las grandes superficies, que "sólo venden libros como reclamo para vender el resto de sus productos".

También pidió la gratuidad de los libros de texto el presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), Francisco Valverde, para quien establecer un precio fijo y no permitir descuentos "significa hacer justicia con el PP", que "engañó" y "arruinó" a los libreros.

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