LD (EFE) Según fuentes de la Diputación de Ciudad Real, de la que depende el servicio de bomberos de Emergencias, en el documento, que ha sido remitido a la autoridad judicial y al Gobierno Regional, se pone de manifiesto la falta de medios técnicos y humanos en materia de prevención y extinción de incendios.
En el escrito, los bomberos afirman que los responsables de Repsol no les informaron de las características de las instalaciones ni de los riesgos que corrían, ni tampoco tuvieron acceso al plan de emergencia interior. Además, se destaca la falta de coordinación y mando único y la ausencia de medios técnicos que facilitaran la comunicación entre los equipos de bomberos y los responsables de la petroquímica, así como el hecho de que de los cuatro camiones cisterna que dispuso Repsol para atajar el incendio, que afectó a siete grandes depósitos de gasolina, tres se averiaron poco después de entrar en servicio.
Entretanto, el millar de trabajadores de las subcontratas de Repsol YPF han decidido en asamblea que no volverán al trabajo hasta que la compañía petrolífera les garantice por escrito que no hay riesgo alguno. Según Félix Serrano, portavoz de este colectivo de trabajadores organizado al margen de los sindicatos, dos directivos de la planta les han pedido, tras una reunión informal, que ocuparan sus puestos de trabajo, ya que a su juicio no hay peligro y las instalaciones están "perfectamente". Sin embargo, los trabajadores entienden que la planta no está todavía en condiciones de seguridad para entrar a trabajar, puesto que aún se está retirando el combustible que ha quedado en los tanques siniestrados y hay chapas y estructuras dañadas tras la explosión de hace una semana.
Los subcontratados de Repsol han hecho llegar a la empresa su disposición a colaborar en los trabajos que sean necesarios para levantar la "alerta parcial" que todavía rige en Repsol tras el accidente del día 14. Los trabajadores afirman que si el martes la multinacional petrolera no se compromete por escrito a cumplir, "con fechas y plazos, aunque no sean inmediatos", todas sus demandas, que son "innegociables", comenzarán una huelga indefinida que ya ha sido comunicada a las autoridades laborales.
Entre esas peticiones "innegociables" figuran mejores medidas de prevención de accidentes como la instalación de detectores de fugas en todas las plantas y unidades de trabajo (el accidente de hace una semana se debió, según todos los indicios, a un escape de gases) y la puesta en marcha de una clínica con personal sanitario cualificado capaz de atender este tipo de contingencias, entre otras.
En el escrito, los bomberos afirman que los responsables de Repsol no les informaron de las características de las instalaciones ni de los riesgos que corrían, ni tampoco tuvieron acceso al plan de emergencia interior. Además, se destaca la falta de coordinación y mando único y la ausencia de medios técnicos que facilitaran la comunicación entre los equipos de bomberos y los responsables de la petroquímica, así como el hecho de que de los cuatro camiones cisterna que dispuso Repsol para atajar el incendio, que afectó a siete grandes depósitos de gasolina, tres se averiaron poco después de entrar en servicio.
Entretanto, el millar de trabajadores de las subcontratas de Repsol YPF han decidido en asamblea que no volverán al trabajo hasta que la compañía petrolífera les garantice por escrito que no hay riesgo alguno. Según Félix Serrano, portavoz de este colectivo de trabajadores organizado al margen de los sindicatos, dos directivos de la planta les han pedido, tras una reunión informal, que ocuparan sus puestos de trabajo, ya que a su juicio no hay peligro y las instalaciones están "perfectamente". Sin embargo, los trabajadores entienden que la planta no está todavía en condiciones de seguridad para entrar a trabajar, puesto que aún se está retirando el combustible que ha quedado en los tanques siniestrados y hay chapas y estructuras dañadas tras la explosión de hace una semana.
Los subcontratados de Repsol han hecho llegar a la empresa su disposición a colaborar en los trabajos que sean necesarios para levantar la "alerta parcial" que todavía rige en Repsol tras el accidente del día 14. Los trabajadores afirman que si el martes la multinacional petrolera no se compromete por escrito a cumplir, "con fechas y plazos, aunque no sean inmediatos", todas sus demandas, que son "innegociables", comenzarán una huelga indefinida que ya ha sido comunicada a las autoridades laborales.
Entre esas peticiones "innegociables" figuran mejores medidas de prevención de accidentes como la instalación de detectores de fugas en todas las plantas y unidades de trabajo (el accidente de hace una semana se debió, según todos los indicios, a un escape de gases) y la puesta en marcha de una clínica con personal sanitario cualificado capaz de atender este tipo de contingencias, entre otras.