L D (Europa Press) Los cuerpos se encontraban en habitaciones distintas, cubiertos con un manta en el piso que ambos compartían, situado en la céntrica calle de Oporto. Los bomberos, quienes llegaron al lugar sobre las 10:00 horas, tuvieron que derribar la puerta para acceder al inmueble, allí se encontraron a Julio, el joven brasileño degollado y con las manos atadas a al espalda, y al chico español, quien presentaba heridas de arma blanca. Los bomberos localizaron tres focos intencionados y el gas abierto.
La Policía ha calificado de "violento" el asesinato y relacionaron a las víctimas con el ambiente nocturno de Vigo. Tras intervenir en la extinción del incendio, el sargento de los bomberos, Estalisnao Durán, definió la escena como "muy escabrosa". Asimismo han podido saber que el joven brasileño trabajaba como camarero en un local nocturno de la calle Urzaiz, mientras que el chico español había trabajado hasta hace poco en un restaurante de la ciudad.
Pruebas y móviles
La Policía Judicial continuaba a las 19.00 horas del jueves en el escenario del crimen recabando pruebas, mientras que los cadáveres fueron trasladados al Hospital Nicolás Peña para practicarles las autopsias y confirmar oficialmente las identidades de las víctimas. Se trabaja con varios móviles del crimen, pero las fuentes consultadas señalaron que "la investigación está bien encauzada" y aguardan una pronta resolución del homicidio y que se aclare "en el tiempo adecuado".
Vecinos de las víctimas han indicado que no eran chicos conflictivos, aunque sí "hacían muchas fiestas" y del piso que compartían se veía "entrar y salir a mucha gente de diferentes nacionalidades". Al respecto, han manifestado que "prácticamente todos los días había una fiesta y música" e incluso el día anterior mismo "hubo fiesta toda la noche y se oyeron golpes y música hasta altas horas de la madrugada".