Concretamente, las mayores retenciones se encontraban en la AP-7 a su paso por Gelida (siete kilómetros) o por Sant Celoni (cinco kilómetros), en ambos casos en la provincia de Barcelona. En la C-32, a la altura de Sitges, también tenía circulación difícil en siete kilómetros.
También con sentido a Barcelona, pero en la provincia de Tarragona, había doce kilómetros de complicaciones en la circulación en la N-340, el término de El Vendrrell, y otros ocho kilómetros en la AP-7, a la altura de Banyeres del Penedes.
No obstante, el punto de la geografía española que concentraba mayores dificultades circulatorias se encontraba a las 18.00 horas en Islares (Cantabria), con más de 30 kilómetros de circulación difícil en la A-8, con sentido Bilbao.
En sentido Madrid, era la M-501 la vía con mayores tramos de dificultades circulatorias, con cuatro kilómetros a la altura de San Martín de Valdeiglesias y tres en Navas del Rey. La A-3 también registraba atascos de unos cuatro kilómetros en Villarejo de Salvanes.
El regreso del punte del primero de mayo también complicaba el tráfico en la AP-4 sentido Sevilla, concretamente al paso de Las Cabezas de San Juan, con 13 kilómetros de retenciones.
En sentido Valencia, las mayores complicaciones se hallaban en Alboraya, con nueve kilómetros de circulación difícil en la V-21.