L D (EFE) Esas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por la Fundación RACC sobre la conducción de hombres y mujeres a partir de 4.200 entrevistas telefónicas en poblaciones españolas de más de 30.000 habitantes, y que fue presentado hoy por el secretario ejecutivo de esta institución, Alfonso Perona.
El estudio recoge también la opinión de los ciudadanos sobre la conveniencia de la tasa de alcoholemia a la hora de conducir, reflejando que un 62 por ciento de la población en general estaría de acuerdo en que ésta fuera cero, un porcentaje que disminuye cuando se les pregunta sólo a los conductores (un 59 por ciento). Las mujeres valoran más que los hombres la reducción a cero de la tasa de alcohol permitida en sangre, un 67,8 por ciento frente a un 56.
Cada vez hay más mujeres que deciden sacarse el carné de conducir, con lo que los porcentajes de conductores y conductoras cada vez se van acortando. En 1998, un 65 por ciento de los hombres conducían frente a un 34 por ciento de mujeres, mientras que en 2002 el 63 por ciento del censo de los conductores en España correspondía a hombres y un 36,96 a mujeres. En ese mismo año, en 2002, de las 5.347 personas que murieron en la carretera fueron 4.061 hombres y 1.285 las mujeres, quienes, según el estudio admiten respetar los limites de velocidad (87,5 por ciento) en mayor grado que los hombres (82 por ciento).
Las mujeres, que no suelen hacer grandes distancias conduciendo, sufren más accidentes en las incorporaciones y en los alcances, y los hombres, que conducen más en carretera aunque viajen con su pareja también conductora, los tienen en los adelantamientos y al estacionar. En la muestra se evidencia que las mujeres valoran más los aspectos de seguridad que los hombres, al admitir que respetan más los semáforos (88,9 por ciento) que ellos (un 82,7).
La probabilidad de colisión entre las mujeres es un 20 por ciento menor que los hombres, que declaran un menor uso del cinturón de seguridad que ellas (un 87,2 por ciento frente a un 85,1). También, las mujeres son más partidarias de que el uso del cinturón de seguridad sea obligatorio (81,6 por ciento) que los hombres (75,4), que abogan más por sancionar a los que no lo utilizan.
Además, las mujeres usan menos en general el teléfono móvil en el momento de la conducción (30,1 por ciento) respecto a ellos (41,3) y son más críticas con las consecuencias derivadas del uso del móvil al conducir, aunque en concreto en las vías urbanas lo utilizan más que ellos.
El estudio recoge también la opinión de los ciudadanos sobre la conveniencia de la tasa de alcoholemia a la hora de conducir, reflejando que un 62 por ciento de la población en general estaría de acuerdo en que ésta fuera cero, un porcentaje que disminuye cuando se les pregunta sólo a los conductores (un 59 por ciento). Las mujeres valoran más que los hombres la reducción a cero de la tasa de alcohol permitida en sangre, un 67,8 por ciento frente a un 56.
Cada vez hay más mujeres que deciden sacarse el carné de conducir, con lo que los porcentajes de conductores y conductoras cada vez se van acortando. En 1998, un 65 por ciento de los hombres conducían frente a un 34 por ciento de mujeres, mientras que en 2002 el 63 por ciento del censo de los conductores en España correspondía a hombres y un 36,96 a mujeres. En ese mismo año, en 2002, de las 5.347 personas que murieron en la carretera fueron 4.061 hombres y 1.285 las mujeres, quienes, según el estudio admiten respetar los limites de velocidad (87,5 por ciento) en mayor grado que los hombres (82 por ciento).
Las mujeres, que no suelen hacer grandes distancias conduciendo, sufren más accidentes en las incorporaciones y en los alcances, y los hombres, que conducen más en carretera aunque viajen con su pareja también conductora, los tienen en los adelantamientos y al estacionar. En la muestra se evidencia que las mujeres valoran más los aspectos de seguridad que los hombres, al admitir que respetan más los semáforos (88,9 por ciento) que ellos (un 82,7).
La probabilidad de colisión entre las mujeres es un 20 por ciento menor que los hombres, que declaran un menor uso del cinturón de seguridad que ellas (un 87,2 por ciento frente a un 85,1). También, las mujeres son más partidarias de que el uso del cinturón de seguridad sea obligatorio (81,6 por ciento) que los hombres (75,4), que abogan más por sancionar a los que no lo utilizan.
Además, las mujeres usan menos en general el teléfono móvil en el momento de la conducción (30,1 por ciento) respecto a ellos (41,3) y son más críticas con las consecuencias derivadas del uso del móvil al conducir, aunque en concreto en las vías urbanas lo utilizan más que ellos.