José Bono ha vuelto a quedar en evidencia. Primero se hizo un lavado de cara hablando de su origen humilde cuando se ha conocido que su familia era conocida como "los acaudalados de Salobre". Y ahora su falta de rigor se centra en su ya archiconocida Hípica Almenara, cuya propiedad comparte con sus hijos.
Uno de los mozos de la instalación fue detenido por falsificación de documentos. Junto a él fue arrestado durante unas horas el encargado de la Hípica, Ramón Navas Barchino, íntimo del presidente del Congreso. Al parecer este trabajador acudió a comisaría a tramitar una documentación cuando los agentes se percataron de que los papeles eran falsos, informó La Gaceta.
Rápidamente la maquinaria de propaganda de José Bono se puso a trabajar e intentó ocultar el nuevo escándalo que se cernía sobre su Hípica. Por ello, el entorno del socialista manchego se ha empeñado en exculparle afirmando que el mozo no tenía una relación contractual con la Hípica Almenara sino que éste trabajaba cuidando el caballo de uno de sus clientes. De este modo, pretendían evitar cualquier tipo de responsabilidad.
Sin embargo, una vez más se demuestran las falsedades de Bono. Expertos judiciales consultados por Libertad Digital desmontan totalmente la versión del presidente del Congreso y le recuerdan su parte de responsabilidad en esta irregularidad.
De hecho, la excusa de que no era un trabajador contratado por la Hípica no es válido puesto que la empresa de Bono tiene una "responsabilidad subsidiaria" al tener trabajando en sus instalaciones a este mozo, algo que aparece recogido en el Estatuto del Trabajador y en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Por lo tanto, la responsabilidad de la situación del trabajador es compartida entre el cliente de la Hípica y la propia instalación donde en su interior presta sus servicios.
Además, la empresa de Bono incumple el deber "in vigilando" que aparece en el Código Civil. Atendiendo a este término, la Hípica debe vigilar que todo aquel que trabaje en sus instalaciones, aunque esté subcontratado, tenga en regla todos los elementos que exige la ley. Por ello, debe preocuparse de la situación legal de ese trabajador, como por ejemplo pidiendo la certificación de la Seguridad Social. En resumen, debería haber pedido al cliente toda la documentación pertinente sobre la situación del trabajador, algo que o bien no hizo o bien obvió restándole importancia.
Por todo ello, estas fuentes afirman que la Hípica Almenara puede recibir sanciones al cometer una infracción directa por no vigilar que se cumpla la ley en su lugar de trabajo. "No ha sido una actuación diligente", aseguran. Otra responsabilidad directa podría darse ateniéndose a la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden de lo Social puesto que podría no haber dado a este mozo toda la documentación sobre prevención o las normativas de seguridad del centro de trabajo.