L D (Agencias) De acuerdo con un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, el 40% de las enfermedades ocasionadas por problemas medioambientales son sufridas por los niños de cinco años o menos, que conforman un 10 por ciento de la población del planeta. De esta cantidad —unos tres millones de niños—, sólo en el Viejo Continente unos 50.000 niños mueren al año por el uso indebido de combustibles sólidos, cifra que se duplica si a ésta se suman los fallecimientos por el aire de las ciudades y las industrias.
Según la Organización, la principal causa de mortandad es la diarrea producida por la contaminación del aire, el agua o los sistemas de saneamiento. Le sigue la inhalación de humo por los fuegos encendidos en el interior de las viviendas, una práctica que, además, supone un riesgo de incendios, aspecto que es directamente proporcional con otra de las causas más comunes de decesos entre los menores: los accidentes en casa.
El informe hace hincapié en que, cuando se habla de mortandad infantil, con demasiada frecuencia se ignora el efecto del mal estado del medio ambiente como un factor decisivo. Los menores "no son adultos pequeños", resalta el texto, "están en periodo de crecimiento", por lo que el efecto de la contaminación es mayor, no sólo por estar directamente expuestos a los agentes contaminantes, sino que a esto se suman las complicaciones que se van acumulando a lo largo de su vida.
El efecto de la contaminación sigue siendo una amenaza cuando se superan los cuatro o los cinco años, sobre todo en algunas zonas de Europa. Así, la OMS dividió al Continente en tres grupos: el llamado EurA, con la menor mortalidad, agrupa a Europa Occidental, los países nórdicos, Croacia, Eslovenia, Malta y Suiza. El EurB (Polonia, los demás países balcánicos, Turquía y las antiguas repúblicas soviéticas del Cáucaso, entre otros) tienen una tasa mucho más alta. Por último, el EurC incluye los Estados bálticos, Rusia, Bielorrusia, Moldavia, Hungría, Ucrania y Kazajstán. El orden de estos tres grupos de países indica dónde existe una mayor incidencia de muertes infantiles por culpa de la contaminación.