Colabora

Las ayudas para los afectados en el temporal andaluz llegan tarde y mal

Los daños por el temporal serían menores si Griñán hubiera tenido "los deberes hechos y los ríos limpios". IU y PP denuncian que después de tres meses inundados la Junta y el Gobierno han dado la cara hace quince días para "hacerse una foto".

En el pleno del Parlamento, la diputada del PP María José García Pelayo afirmó que los daños podrían haber sido menores si la Junta hubiera "tenido los deberes hechos, los ríos limpios, las obras hidráulicas en condiciones y un control urbanístico".

El diputado del IU Ignacio García acusó a la Junta de no hacer "nada" para ayudar a los afectados por los daños causados por las inundaciones y aseguró que la "historia se repite después de catorce años", ya que en 1996 hicieron "las mismas visitas a Jerez" y zonas afectadas por el temporal y "todavía esperan las ayudas prometidas". Para Ignacio García, la Junta se ha limitado a "abrir ventanillas" y eso "no significa ayudas".

García Pelayo, añadió que la actuación de la Junta ha sido tardía  porque "llevamos tres meses inundados y han dado la cara hace quince días", ya que han estado dos meses "sin aparecer por las zonas inundadas". Asimismo, calificó de "cicateras" las partidas para indemnizar a los afectados por los daños del temporal y recordó que hay muchas familias que duermen en un camión o en centros cívicos. Desde la aprobación en 2002 del plan de prevención de inundaciones, Jerez de la Frontera se ha inundado cuatro veces porque el río Guadalete no tiene cauce por la suciedad, apostilló.

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, en su zafio estilo habitual, acusó a la diputada del PP de "mentir" y de "pretender culpar a la Junta de todo lo que ha llovido en Andalucía".

Lo más curioso fue lo que hizo  el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que demandó ayer al presidente del PP-A, Javier Arenas, que le enseñara los informes técnicos que decía tener en los que se "demuestra que se hizo mal la política de desembalses" llevada a cabo como consecuencia del temporal. "Quiero que me los enseñe y a la opinión pública", pero lo cierto es que están desembalsando agua la mayoría de los pantanos de la cuenca del Guadalquivir, 30 de 54.

Aunque el jefe de la Oficina de Planificación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Agustín Argüelles, ha dicho  que estos desembalses se están haciendo de manera “normal y controlada”, el caudal del río Guadalquivir ha crecido hasta desbordarse, lo que ha provocado cientos de desalojos en las provincias de Sevilla, Jaén y Córdoba.

Según el diario El Mundo, los responsables políticos de la Agencia Andaluza del Agua, que por primera vez se han enfrentado a una riada tras las transferencias de las competencias sobre el Guadalquivir, guardan silencio  pero poco a poco van trascendiendo datos que ponen en cuestión su proceder en las últimas semanas. Así, refiere, la presa de Melonares se llenó en tan sólo cuatro días de la segunda quincena de febrero en contra del protocolo de seguridad, para un pantano recién construido  que debe ser probado de forma gradual.

Otro caso ha sido el del pantano de Iznájar, situado en el tramo medio del río Genil y considerado por su capacidad de 981 hectómetros cúbicos como el lago de Andalucía. No fue aliviado cuando la situación era más propicia y, sin embargo, empezó a desembalsar cuando aún se encontraba al 82% de su capacidad  pero con el río Genil llevando 700 metros cúbicos de agua por segundo a su paso por Écija, que se encontraba en estado de máxima alerta por la crecida del río. 

El desembalse, que llegó a ser de 60 metros cúbicos por segundo, agravó la situación río abajo. Podría haberse hecho lo contrario: retener agua, ya que aún quedaba margen de llenado (en torno a un 18%). La Agencia Andaluza del Agua se percató de su error y trató de corregirlo mediante la posterior reducción del caudal de desembalse a 10 metros cúbicos por segundo

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario