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Lama se disculpa por humillar en directo a un vagabundo alemán

El periodista de Cuatro se disculpó este jueves por humillar a un vagabundo en antena durante una de sus crónicas previas a la final de la Europe League. "Pido disculpas a quien se haya sentido mal", dijo. Internet se había movilizado en las últimas horas para pedir el despido de Manolo Lama.

"Yo educo a mis hijos en la solidaridad. Pido disculpas a quien se haya sentido mal". Éstas fueron las palabras utilizadas este jueves por el periodista de Cuatro Manolo Lama para disculparse tras haber humillado el miércoles, en una de sus crónicas previas a la final de la Europe League, a un vagabundo alemán. "Siempre he educado a mis hijos en la solidaridad", insistió.

Internet se había movilizado en las últimas horas para exigir a la cadena de Prisa el despido del conocido periodista. "Los Manolos se han pasado de la raya", consideraban miles de internautas en blogs y redes sociales.

El vídeo de la polémica, es bastante elocuente: durante una conexión de Manu Carreño con Lama, que se encontraba en Hamburgo cubriendo la final de la Europa League, este se mofó de un mendigo, que soportaba el frío en la calle. "Sé que tienes una sorpresa para el final del directo", le decían desde plató a Manolo Lama, que se relamía. Entonces, el gran periodista deportivo mostraba ufano a cámara cuál era su estupenda sorpresa: "Quiero demostrar a España entera que la gente es generosa". Y menuda demostración.

"Este hombre lleva aquí pasando frío bastante tiempo" decía, "Ahí quiero que lo enseñes Edu" señalando a un hombre alemán tapado con una manta y con un cartel en el que pedía limosna en una especie de plato. "Ahora quiero que los atléticos tengan un detalle con él" anunciaba. "Ale, vamos a ir echándole pasta al amigo" decía, mientras la mirada del mendigo no podía expresar más extrañeza e incomprensión. Lama, jocoso, le tiraba una moneda al plato, y pedía al resto de aficionados que hicieran lo mismo.

El señor continúa protegiéndose con la manta, a él y a su perro, mientras los aficionados empiezan a tirar todo lo que tienen a mano sobre el plato: bufandas y un móvil, que rápidamente retiran. "Vamos, vamos" jaleaba el Manolo cómico, cual maestro de ceremonias "la pasta, la pasta, una bufanda pal colega", se crecía.

Al final, cuatro monedas en el plato del mendigo alemán. "Ahí, ahí que este hombre sea feliz", se felicitaba Lama. "Bueno Carreño, por lo menos va a tener el hombre para ver el partido tranquilito y caliente", se dirigía un Manolo al Manolo del plató, que se moría de la risa. Mientras, los aficionados se entretenían poniendo cosas sobre el plato cuando los enfocaba la cámara, y quitándolas rápidamente: una visa, más bufandas...

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