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La Xunta aprueba un decreto que impone el gallego en la enseñanza

El Boletín Oficial de Galicia publica este viernes el decreto aprobado por el Gobierno gallego de coalición entre socialistas y nacionalistas que impone el uso del gallego en la enseñanza. La norma obliga a que todas las asignaturas de peso se impartan en gallego y sólo reserva para el castellano la lengua y literatura españolas. Siguiendo el modelo catalán los padres de los alumnos gallegos –más de la mitad castellanohablantes– no podrán decidir en que lengua estudian sus hijos.

(Libertad Digital) La enseñanza en castellano, lengua mayoritaria de los gallegos, va a ser eliminada de la educación en Galicia, vía decreto, por el Gobierno que preside el socialista Pérez Touriño en coalición con los nacionalistas del BNG.
 
El Boletín Oficial de Galicia publica este viernes el decreto ley que regula el uso del gallego en la educación a partir del próximo curso, y que supone la imposición de esta lengua sin que los padres tengan la menor capacidad de elección, a imagen y semejanza del modelo totalitario catalán.
 
El decreto oculta su verdadera finalidad de manera sibilina al establecer que el gallego se reserva para, al menos, la mitad de las asignaturas, pretendiendo presentar la normativa como un equitativo reparto entre las dos lenguas. Pero lo cierto es que en educación primaria y secundaria sólo se tiene que impartir en castellano las materias de lengua y literatura españolas, mientras que el gallego será obligatorio en matemáticas, conocimiento del medio, educación para la ciudadanía, ciencias naturales, geología, biología, física, química, ciencias sociales, geografía e historia, lengua y literatura gallegas. Eso sí, para compensar y poder decir que sólo se impone el gallego en el 50 por ciento de las asignaturas deja a elección de los centros materias tan relevantes como educación física, educación artística, religión, educación plástica, música, tecnología y cultura clásica.
 
En la práctica la enseñanza en gallego supera con creces el 50 por ciento del horario escolar y la única barrera que se establece es el mínimo en gallego, sin poner más límites que la lengua y la literatura españolas.
 
El PP gallego lo apoyó y ahora recula
 
El PP de Galicia apoyó este decreto durante su elaboración. No debe sorprender mucho la actitud de los populares dada la política practica en materia lingüística por este partido durante los 14 años de la "era Fraga".
 
Sin embargo, ante el malestar creciente en buena parte de la sociedad gallega una vez se van conociendo el contenido de la medida, el PP ha reculado y trata ahora de desmarcarse de una medida que en su momento apoyó.
 
Así, la diputada autonómica Manuela López Besteiro justificó este viernes el cambio de criterio en su partido porque se produjeron "cambios en ámbitos importantes" respecto al borrador que habían acordado PP, PSdeG y BNG en el pasado mes de febrero. "A veces sólo se modifica un término o dos, pero son determinantes en un momento dado", explicó.
 
El PP dice ahora que el decreto "no garantiza los derechos lingüísticos" y no se ajusta al dictamen que sobre el texto emitió el Consejo Consultivo de Galicia y q "no garantiza el equilibrio y la igualdad de trato" entre el gallego y el castellano, como había asegurado el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Para el PP, el decreto "abre la puerta a un modelo monolingüísta que empobrece la educación".
 
Sin embargo, cuando se le pregunto por la posibilidad de que el PP lleve el decreto ante el Tribunal Constitucional, puesto que considera que no garantiza los derechos lingüísticos, López Besteiro eludió pronunciarse al respecto, aunque dijo que sólo estaban expresando los defectos del texto y no buscan "confrontación". "No somos nosotros los que calificamos el decreto como revolucionario", aseveró en referencia al BNG, tras haber asegurado que "son otros los que buscan la confrontación" a través de las cuestiones lingüísticas.
 
Más de 20.000 firmas en defensa de la libertad
 
Precisamente este viernes, el mismo día en que se ha publicado el decreto en el BOG, la plataforma Tan gallego como el gallego, formada por profesionales independientes de todos los ámbitos y que no tiene adscripción política, ha entregado más de 20.000 firmas en contra de este decreto totalitario. 
 
La Xunta se ha negado a recibir a este grupo surgió de la sociedad civil gallega. Sin embargo se muestran satisfechos porque "estas más de 20.000 firmas prueban la insatisfacción de muchos gallegos con el proyecto de decreto. Quienes han firmado pertenecen a todos los ámbitos de la sociedad y a todos los puntos de la geografía gallega. Sólo la falta de tiempo y de información ha impedido que el número de firmas se multiplique".
 
Aunque la plataforma reconoce "con dolor" haber recibido "numerosos insultos y amenazas durante la recogida de firmas". Además, su página web "ha sido objeto de ataques informáticos de carácter delictivo, por los que han presentado la correspondiente denuncia. Han sido constantes las campañas de intoxicación, en las que se les atribuían acciones e ideas contra la lengua gallega".

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