La Virgen del Rocío recorre a hombros de los almonteños su aldea después del salto de la reja

El recorrido de la procesión es el tradicional por la aldea de El Rocío, de manera que las hermandades que tienen su sede en el mismo reciben a la Virgen en su propia casa y el resto se acercan con su Simpecado hasta la Virgen. La primera hermandad que ha visitado la Virgen es la de Huévar al estar muy cerca de la Iglesia y la última lo será la de Almonte.

Una vez que finalice un recorrido que dura aproximadamente 12 horas, los almonteños devolverán la Virgen a su altar de la ermita, terminando un año más la romería que concentra el mayor número de personas de toda España. Este martes a mediodía comenzarán ya muchas hermandades el camino de vuelta por las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla hasta llegar a sus respectivos municipios, siendo la hermandad onubense de Ayamonte la última en terminar el camino, el próximo viernes.

Medidas de seguridad

Para garantizar la seguridad durante el recorrido, el Plan Romero activó el Puesto de Mando Avanzado y coordina a los más de 800 agentes de la Guardia Civil que están presentes en la aldea y velan por el normal desarrollo de la procesión. El Teniente Coronel Hurtado destacó la "normalidad" hasta el momento de la salida y dijo que "curiosamente, la mejor noticia es que no hay noticia".

Cinco equipos de intervención inmediata, cuatro ambulancias de traslado y un vehículo de apoyo logístico completan el despliegue sanitario, que estará operativo hasta que se recupere la normalidad en los alrededores de la ermita. Por su parte, el director del Plan Aldea, Justo Mañas, entendió que el dispositivo "es el eslabón final del Plan Romero, para garantizar que se atienda cualquier problema, teniendo en cuenta que se pueden reunir 100.000 personas en torno a la ermita".

Se espera que la procesión termine sobre las doce del mediodía, aunque no será la única que este año protagonice la Blanca Paloma, ya que el próximo agosto saldrá de su ermita vestida de Pastora para ir a su pueblo durante nueve meses, una tradición que se cumple cada siete años.