L D (Europa Press) "Es difícil ganar dinero porque no hemos reducido el número de lenguas, al contario", dijo Le Bail, preguntada por cuánto había reducido la Comisión su factura lingüística con la eliminación del español y del italiano de la sala de prensa. "No se puede decir que hayamos ahorrado dinero, es más bien lo contrario lo que hemos hecho", subrayó.
La semana pasada, Le Bail explicó que la reorganización del régimen lingüístico no se había discutido en el seno de la Comisión sino que se trató de una medida interna asumida por ella misma y el director general de Interpretación del Ejecutivo comunitario, "a raíz de las dificultades prácticas que se presentaron en un momento en el que intentamos economizar el dinero de los contribuyentes". De ahí, que Bruselas buscó "una solución pragmática", concluyó la portavoz. Asimismo, dejó claro que el régimen actual no ha cambiado porque Bruselas sigue utilizando el francés e inglés en las ruedas de prensa diarias y las 20 lenguas oficiales en la jornada del miércoles y recordó que la polémica se debe al deseo de los comisarios de tener encuentros con la prensa en días alternativos al miércoles, día de la reunión semanal de la CE.
"Es realmente difícil proponer un sistema lingüístico completo en 20 lenguas. No se trata de limitar el número de lenguas, sino encontrar una solución pragmática por la dificultad de encontrar traductores e intérpretes en todas las lenguas durante todos los días de la semana", aseguró. Por ello, Bruselas introdujo, en días diferentes al miércoles, el sistema de tres lenguas junto a la nativa del comisario y la de aquellos países que se ven afectados por el anuncio del comisario de turno. Sobre las cartas remitidas por los embajadores español e italiano, Le Bail dijo que han sido remitidas a Barroso y "le corresponde a él responderlas". "La respuesta no debería tardar", señaló.
En su misiva, remitida el pasado miércoles, el embajador español ante la UE, Carlos Bastarreche, señala que "las nuevas prácticas de interpretación en las conferencias de prensa de la Comisión no son aceptables para mi país". "Como es de su conocimiento, la defensa del español es una de las prioridades de mi Gobierno. Por consiguiente, le ruego dé las orientaciones correspondientes a fin de hallar una solución satisfactoria", reza el texto.
Asimismo, en la reunión de los embajadores de los Veinticinco del pasado viernes, Bastarreche criticó a la Comisión Europea (CE) por imponer 'de facto' el trilingüismo en varios procedimientos internos de la institución con el inglés, francés y alemán, en detrimento de otras lenguas oficiales importantes de la Unión como el español o el italiano. El embajador español exigió a Bruselas que "se tome en serio" este asunto, ya que la institución que preside José Manuel Durao Barroso ha generalizado el uso de estas tres lenguas en los comunicados o las interpretaciones de ruedas de prensa.
Su colega italiano en el seno de la UE reclamó igualmente una "situación de equilibrio" en el que no se discrimine a ninguna lengua en concreto, y pidió una respuesta formal de Barroso a la carta de protesta que envió al Ejecutivo comunitario. El representante del Ejecutivo comunitario en la citada reunión de embajadores justificó el paso dado por la institución en aras de una solución "pragmática y flexible". En este sentido, aceptó estudiar el asunto, aunque no se comprometió de antemano a un cambio en el actual sistema.