LD (Pedro de Tena) Según la investigación del Centro de Estudios Andaluces, dos de cada tres trabajos que no exigen cualificación lo ocupan estos inmigrantes. La tragedia de la educación andaluza es un hecho y el destino de los andaluces de origen en el mercado laboral pende de un hilo.
Los porcentajes correspondientes al segundo grado, primer grado y sin estudios (agrupando en esta última categoría a analfabetos y primarios sin finalizar) son el 52 %, el 22 % y el 13 %, respectivamente.
Incluso si tenemos en cuenta la posibilidad de que algunos encuestados puedan haberse equivocado a la hora de autoclasificar su nivel de educación, es necesario revisar la idea de que los inmigrantes de países económicamente menos desarrollados tienen un nivel cultural también menos elevado que la población autóctona.
Ciertamente, en más del 90 % de los casos, los inmigrantes realizaron sus estudios en el país de origen, planteándose, por tanto, el problema de establecer procedimientos que permitan su homologación en un tiempo razonable. Pero lo que los datos arrojan es que la formación de los inmigrantes es superior a la de los andaluces autóctonos.
Choca esta realidad con el dato de que tres de cada cuatro trabajadores foráneos obtienen unos ingresos mensuales que oscilan entre los 250 a los 1.000 euros y que sus principales ocupaciones son la de peón agrícola, empleados del hogar, limpieza, peones de la construcción y vendedores ambulantes.
Choca esta realidad con el dato de que tres de cada cuatro trabajadores foráneos obtienen unos ingresos mensuales que oscilan entre los 250 a los 1.000 euros y que sus principales ocupaciones son la de peón agrícola, empleados del hogar, limpieza, peones de la construcción y vendedores ambulantes.
Según el estudio del Centro de Estudios Andaluces, "en Andalucía podemos ver a una maestra dedicarse a los trabajos domésticos, a un físico sirviendo café o a un perito agrónomo recogiendo pepinos en un invernadero
Según el autor de la investigación, Sebastian Rinken, del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es inevitable que esta mano de obra cualificada acapare paulatinamente puestos que requieren mayor preparación.
Según el autor de la investigación, Sebastian Rinken, del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es inevitable que esta mano de obra cualificada acapare paulatinamente puestos que requieren mayor preparación.
Para llegar a esta conclusión incluye también los malos datos de la educación en Andalucía, con un 35% de jóvenes de 15 años que no terminan la enseñanza obligatoria. En la comunidad ya se comienza a observar este proceso y un 17% de los llegados hace ocho años ocupa los segmentos superiores de la pirámide ocupacional, frente al 2% de los que llevan menos de tres años aquí.