LD (EFE) La sonda Phoenix, tras recorrer 679 millones de kilómetros, se ha posado este lunes en una zona del polo norte de Marte, donde inició su misión de recoger muestras de hielo y determinar la existencia de material orgánico.
El control de la NASA desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California, respiró aliviado cuando la sonda puso sus tres patas sobre el planeta rojo 10 meses después de emprender su largo viaje desde el Centro Espacial en Cabo Cañaveral (Florida). "Ha tocado superficie suavemente, de acuerdo con lo previsto", dijeron los responsables de la misión entre aplausos y el júbilo del equipo del JPL.
El periodo de tiempo que transcurrió desde que la sonda penetró la tenue atmósfera marciana hasta que tocaba la superficie, se ha denominado los "siete minutos de terror". El nerviosismo de los encargados de la misión era obvio si se tiene en cuenta que menos de la mitad de las misiones a Marte han tenido éxito, y aún queda en el recuerdo el fiasco de la cápsula "Mars Polar Lander", que se perdió en 1999 tras su descenso en algún sitio cerca del polo sur marciano.