L D (EFE) Han pasado tres días de la muerte del cantautor Compay Segundo cuando la música cubana tiene que volver a llorar la muerte de otro artista de la isla. El estado de salud tan delicado de Celia Cruz, que aparte del tumor de la cabeza ya había sido operada de un cáncer de mama, hizo que el pasado mes de marzo sus amigos artistas la homenajearan con un espectáculo celebrado en Miami. Esta aparición pública, unida a la de la entrega de los premios Grammy y la gala de la compañía de teatro “Repertorio Español” celebrada en Manhattan fueron las últimas de Celia.
Todos los amigos y conocidos de la famosa cubana han lamentado su muerte, considerando su desaparición como “una gran pérdida”. John Echevarría, presidente de Universdal Music Latino, ha afirmado que “es un día de luto para la música con mayúsculas, con Celia muere toda una época de la música tropical”. Por su parte, el presidente de Sierralta Entertaiment Group, Miguel Sierralta, ha sentido la muerte de Celia “como cuando se murió Frank Sinatra”. Y el compositor Fernando Osorio, autor de “La negra tiene tumbao”, manifestó que se sentía “compungido”.
Antes de su fallecimiento, ocurrido a las 20.55 horas (hora española) en su hogar de Fort Lee de Nueva Jersey, la “Guarachera de Cuba” dejó dicho que su velatorio fuera en la Torre de la Libertad de Miami, el mismo edificio que acogió a muchos artistas cubanos que huyeron de la isla. Posteriormente, según informa su portavoz Blanca Lasalle, el féretro será trasladado a Nueva York, donde recibirá sepultura.
Todos los amigos y conocidos de la famosa cubana han lamentado su muerte, considerando su desaparición como “una gran pérdida”. John Echevarría, presidente de Universdal Music Latino, ha afirmado que “es un día de luto para la música con mayúsculas, con Celia muere toda una época de la música tropical”. Por su parte, el presidente de Sierralta Entertaiment Group, Miguel Sierralta, ha sentido la muerte de Celia “como cuando se murió Frank Sinatra”. Y el compositor Fernando Osorio, autor de “La negra tiene tumbao”, manifestó que se sentía “compungido”.
Antes de su fallecimiento, ocurrido a las 20.55 horas (hora española) en su hogar de Fort Lee de Nueva Jersey, la “Guarachera de Cuba” dejó dicho que su velatorio fuera en la Torre de la Libertad de Miami, el mismo edificio que acogió a muchos artistas cubanos que huyeron de la isla. Posteriormente, según informa su portavoz Blanca Lasalle, el féretro será trasladado a Nueva York, donde recibirá sepultura.