La pregunta de Jiménez Losantos y la sorprendente acusación de Público

¿Quién teme a Blanco y a Rubalcaba? Pues todos, por lo visto. Zapatero ha dejado de existir y se avecinan tiempos revueltos con este dúo en el Poder. La prensa sigue diseccionando la última del presidente para ver qué nos depara el destino. El resultado es desalentador.

Para empezar, El Mundo le endosa una encuesta al todavía presidente en la que le dice que más de la mitad de los votantes socialistas no le quiere, y por supuesto, la mayoría de los españoles, tampoco. Pedro J. avisa al presidente, para que lo sepa. "El reciente cambio de Gobierno no sólo no ha fortalecido el liderazgo de Zapatero, sino que lo ha debilitado".

Jiménez Losantos se hace una pregunta: "¿Quién echa a Zapatero?". "¿Cómo llega Zapatero a entregarle el Gobierno a Rubalcaba?". "¿Quién murmura en la oreja del César? ¿Se ha suicidado solo Zapatero o le han ayudado a suicidarse algunos poderes fácticos que hasta ahora había mantenido a raya?". "Esta semana hemos asistido a un volantazo que no se refiere a la economía, ni siquiera a la política, sino al propio liderazgo de Zapatero". "El desalojo de ZP no es normal ni siquiera en algo tan anormal como el régimen nacido del 11-M. Y con Rubalcaba de partera".

Casimiro García-Abadillo cree que "Zapatero sólo tiene dos posibilidades: el final de ETA y lo que llamaremos el achatarramiento del PP. "Rubacaba, que maneja los hilos de los sumarios contra el PP, modulará también el goteo de los informes policiales para que en los próximos meses se destruya, se achatarre, la imagen del principal partido de la oposición". Aterrador.

El País, que sigue sumido en la felicidad, hace de portavoz del pluriministro Rubalcaba. "Batasuna pide a ETA el cese incondicional de la violencia" y cita fuentes de "este ámbito político". El periódico vende la última canción del Gobierno y habla de "fase terminal de la banda terrorista". Y de paso le azuza a Rubalcaba. Si ETA no da ese paso su entorno no presentará listas porque "sería bloqueado por Interior y los tribunales".

Pero viene La Razón y le arruina la alegría a El País: "ETA amenaza de muerte a los empresarios en plena tregua". En un editorial inusualmente duro en este periódico –"La estrategia del doberman"- hace ejemplares ciudadanos a Bonnie and Clyde comparados con Rubalcaba y Blanco. Habla de la "amenazante agresividad" de los "inspiradores" de una estrategia, basada en "insidias y difamaciones", "bronca tabernaria, la gresca y el lenguaje faltón" y de la "falta de escrúpulos morales y políticos que refleja esa estrategia". Maruenda está muy, pero que muy enfadado.

En ABC, Ignacio Camacho analiza la actitud de Rajoy. No se queda calvo con la primera conclusión. "La composición del nuevo Gobierno barrunta una tormenta sobre el PP". Advierte de que "Rajoy no está dispuesto a entrar al trapo de la confrontación" porque cree que "el revulsivo del nuevo Gabinete socialista se deshará si aguantan los primeros tirones". "La prioridad de los marianistas consiste en no cometer errores que despierten el viejo demonio del miedo a la derecha" pero si Rajoy pierde las elecciones "no le bastaría con dejar la política: se va a tener que ir de España". No estará solo. Muchos se irán con él.

José María Carrascal arremete contra Rubalcaba por la gracia del machismo genético del PP. Dice que la genética "ha venido siendo el instrumento de los grandes asesinos de la historia" -¿qué Bonnie and Clyde? ¡Hannibal Lecter!-. Cree que "nada define mejor el papel que ha asumido" Rubalcaba "como la cuchufleta con que ha estrenado su cargo". "Decir que los del PP son machistas o tienen tendencia a ello es, aparte de un recurso burdo, una barbaridad como una casa".

La Gaceta también avisa a Rajoy contra su intención de seguir dormitando. "No hay nada más peligroso que un animal herido". Se refiere al PSOE, claro.

Y Público, incansable, a su bola contra Aguirre: "Aguirre ganó las elecciones con financiación ilegal". Jesús Maraña se pasa unos pueblos y llega a acusar a la presidenta madrileña, nada más y nada menos, que de "ganar las elecciones ilegalmente".