(Libertad Digital) Las dudas y los problemas en la investigación del caso de la muerte y desaparición de Marta de Castillo no paran de aumentar. Tras 28 días buscando en el vertedero de Alcalá de Guadaira, sin que se haya conseguido ninguna prueba, la Policía cree ahora que el cuerpo realmente se encuentra en el río Guadalquivir, según informa este jueves el diario El Mundo.
En este sentido, fuentes policiales aseguran que los imputados habrían variado su versión de los hechos con un objetivo principal: evitar a toda costa ser juzgados por un jurado popular. Su apuesta pasa porque sea un tribunal quien dictamine su culpabilidad y su pena, y para ello necesitan aumentar el número de delitos así como sus atrocidades. Tanto Miguel Carcaño como los otros dos sospechosos estarían asesorados desde un principio por expertos jurídicos, según cree la Policía.
Los agentes encargados del caso han obtenido durante la investigación un total de 14 perfiles genéticos que inculpan a los actuales imputados y que demostrarían sus acusaciones. Y estos indicios han podido ser recogidos a pesar de que la casa de Miguel había sido lavada por entero con lejía.
Sin embargo, los investigadores están todavía a la espera conocer algunos datos más. En el coche de El Cuco, otro de los imputados, encontraron unos pelos que están siendo analizados.
La Policía tiene una hipótesis de la muerte de Marta que pasa porque en un primer momento Miguel le dio un puñetazo en la cara, que le hizo sangrar, y luego fue golpeada con un objeto contundente en el parietal izquierdo, lo que habría causado la muerte de la menor sevillana.