Aena ha manifestado que el aeropuerto sigue funcionando a pleno rendimiento para intentar recuperar la normalidad lo antes posible, después de los problemas generados por las protestas de los trabajadores del servicio de asistencia de tierra de Iberia el pasado viernes. No obstante, los mostradores de Iberia siguen registrando colas muy largas para facturar.
Muchos pasajeros han optado por llegar con varias horas de antelación al aeropuerto en previsión de posibles contratiempos, lo que hace que el número de personas concentradas en el interior de las terminales sea muy elevado.
Efe informa de que los pasajeros tienen que soportar colas de hasta cuatro horas para facturar sus equipajes, lo que provoca que muchos de ellos no lleguen a tiempo para tomar sus vuelos o que éstos estén cerrados cuando consiguen llegar al mostrador.
Colas de hasta cuatro horas para facturar
Uno de los afectados, Ramon Mañé, un vecino de Barcelona que debía partir a las 09.30 horas de este domingo hacia Amsterdam, ha sido uno de los cientos de pasajeros que se han visto afectados por este problema. Según ha explicado a Efe, este pasajero ha hecho cola durante cuatro horas ante el mostrador de Iberia para facturar su equipaje y, a pesar de que su vuelo acumulaba un retraso de tres horas y ha partido finalmente a las 12.30 horas, cuando ha logrado facturar se ha encontrado con que su vuelo estaba ya lleno y cerrado.
Ahora debe hacer otra cola, esta vez para que Iberia lo recoloque en otro vuelo y que en el mejor de los casos supondrá una espera de unas dos horas, y posteriormente deberá soportar otra cola para facturar nuevamente sus maletas.
Situaciones como esta se han repetido a lo largo de toda la mañana y han afectado también, entre otros muchísimos pasajeros, a una pareja argentina, que en estos momentos ve difícil que pueda incorporarse el lunes a su trabajo en Buenos Aires, tras acabar sus vacaciones, ha explicado a Efe el marido, Jorge Sabone. Su esposa, visiblemente enfadada, ha comentado que "con esta experiencia tan negativa, me borro de la cabeza la posibilidad de volver a Barcelona. Estas situaciones me producen mucha angustia".