La Hípica Almenara – de la que José Bono posee el 80% y el 20% se reparte entre sus hijos- está siendo investigada desde que se descubriera que contaba con empleados que trabajaban de manera ilegal. La semana pasada, la Policía trasladó el caso a los juzgados de Toledo, según informa este martes La Gaceta.
No obstante, a pesar de las flagrantes mentiras del presidente del Congreso sobre estos trabajadores, el único imputado hasta el momento ha sido su ex chófer y actual gerente de la sociedad: Ramón Navas Barchino. A él, se le imputa un presunto delito contra la libertad de los trabajadores por este caso.
Navas fue detenido hace dos semanas a consecuencia de la falsedad documental de uno de los mozos de cuadra, que trabajaba en la hípica de Bono, pero a servicio de una sobrina de Ana García Obregón. Al acudir al centro para investigar este caso, la Policía dio con cuatro trabajadores más que trabajaban de manera ilegal. Todos ellos acabaron en dependencias policiales: cuatro rumanos y un brasileño. Este último además, tenía falsificada su identidad, al igual que su pareja.
Esta inspección pilló por sorpresa a los empleados, aunque Ramón Navas Barchino ha negado al diario de Intereconomía tal extremo: "Era un trabajador que no tiene ninguna relación con la Hípica Almenara , no tiene nada que ver con nosotros" se excusa. Del mismo modo, niega el desarrollo de los hechos posterior, y que fuese detenido. Su versión sostiene que fue él mismo quien se acercó a dependencias policiales "para hablar de esta situación y aportar documentación" asegura.
No obstante, el caso ya se encuentra en los juzgados de Toledo, superado el priemr trámite ante la Policía Nacional, lo cual evidencia los visos de certeza que le confieren las autoridades a este delito.