L D (EFE) La subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, ha destacado los esfuerzos que realiza la Policía para esclarecer un caso que, según admite, ha generado "inquietud y preocupación".
Los fallecidos son Salvador Crisanto Barrio Espinosa, de 53 años, su esposa, Julia Dos Ramos Santamarina, natural de Galicia y de 47 años, y el hijo de ambos, Álvaro, de 12 y que estudiaba en el Colegio de los Jesuítas de Burgos. El matrimonio tenía un segundo hijo de 16 años que se enteró de lo sucedido el martes y que no se encontraba en el domicilio familiar de Burgos porque estudia en el colegio de los Gabrielistas, de la localidad de La Aguilera, cerca de Aranda de Duero (Burgos). Salvador Crisanto era alcalde pedáneo de La Parte de Bureba, localidad situada a unos 50 kilómetros de Burgos, donde, junto con un hermano, ejercía como agricultor.
La Policía, sin descartar ninguna hipótesis, investiga en el entorno de los familiares, ya que se piensa que el autor pudo ser un conocido de ellos porque para acceder a la vivienda no se forzó la puerta y los tres cadáveres se encontraban con pijama, lo que hace suponer que estaban dormidos o a punto de acostarse. Fuentes de la investigación han mostrado su extrañeza por que ninguno de los vecinos del inmueble número 14 de la calle Jesús María Ordoño oyera nada. En el lugar del crimen no se halló el arma homicida, un objeto punzante al parecer de grandes dimensiones.
Tras la autopsia de los cuerpos, se comprobó que el cuerpo que mayor ensañamiento presentaba era el del marido, que fue encontrado en la cocina, mientras que el de su mujer estaba en el dormitorio y el del niño de 12 años en el pasillo. Las investigaciones policiales sitúan la muerte entre la noche del pasado domingo y la madrugada del lunes. Los cadáveres fueron encontrados por unos familiares que acudieron al domicilio ante la falta de noticias del matrimonio y de su hijo.
Nada más comprobar que había gran cantidad de sangre en la entrada y pasillo decidieron avisar a la Policía sin indagar en la vivienda. Todavía se desconoce cuándo se celebrarán los funerales y las familias tratan de alcanzar un acuerdo sobre si enterrar a las víctimas en La Parte de Bureba (Burgos), de donde era natural el marido, o en la localidad gallega de Verín, de donde era natural la esposa.
Los fallecidos son Salvador Crisanto Barrio Espinosa, de 53 años, su esposa, Julia Dos Ramos Santamarina, natural de Galicia y de 47 años, y el hijo de ambos, Álvaro, de 12 y que estudiaba en el Colegio de los Jesuítas de Burgos. El matrimonio tenía un segundo hijo de 16 años que se enteró de lo sucedido el martes y que no se encontraba en el domicilio familiar de Burgos porque estudia en el colegio de los Gabrielistas, de la localidad de La Aguilera, cerca de Aranda de Duero (Burgos). Salvador Crisanto era alcalde pedáneo de La Parte de Bureba, localidad situada a unos 50 kilómetros de Burgos, donde, junto con un hermano, ejercía como agricultor.
La Policía, sin descartar ninguna hipótesis, investiga en el entorno de los familiares, ya que se piensa que el autor pudo ser un conocido de ellos porque para acceder a la vivienda no se forzó la puerta y los tres cadáveres se encontraban con pijama, lo que hace suponer que estaban dormidos o a punto de acostarse. Fuentes de la investigación han mostrado su extrañeza por que ninguno de los vecinos del inmueble número 14 de la calle Jesús María Ordoño oyera nada. En el lugar del crimen no se halló el arma homicida, un objeto punzante al parecer de grandes dimensiones.
Tras la autopsia de los cuerpos, se comprobó que el cuerpo que mayor ensañamiento presentaba era el del marido, que fue encontrado en la cocina, mientras que el de su mujer estaba en el dormitorio y el del niño de 12 años en el pasillo. Las investigaciones policiales sitúan la muerte entre la noche del pasado domingo y la madrugada del lunes. Los cadáveres fueron encontrados por unos familiares que acudieron al domicilio ante la falta de noticias del matrimonio y de su hijo.
Nada más comprobar que había gran cantidad de sangre en la entrada y pasillo decidieron avisar a la Policía sin indagar en la vivienda. Todavía se desconoce cuándo se celebrarán los funerales y las familias tratan de alcanzar un acuerdo sobre si enterrar a las víctimas en La Parte de Bureba (Burgos), de donde era natural el marido, o en la localidad gallega de Verín, de donde era natural la esposa.