L D (EFE) Las fuentes reconocieron que las investigaciones están estancadas, informó la edición digital del diario VG. Testigos dicen haber visto a cinco individuos que actuaban de manera sospechosa en una calle céntrica de Oslo minutos previos al robo, a punta de pistola, en el Museo Munch. La única certeza que la policía ha desvelado es que los autores son personas con un largo historial delincuente y organizados de forma profesional. Al parecer, los inspectores noruegos se habrían puesto en contacto con sus homólogos suecos, que tienen más experiencia en este tipo de casos.
La reina Sonia de Noruega expresó este martes en la televisión TV2 que "es muy triste que algo así pueda ocurrir con reliquias nacionales", y añadió: "debemos pensar cómo asegurarlas mejor". La revista noruega Se Og Hor ha ofrecido una recompensa de 100.000 coronas noruegas (unos 12.200 euros) por los dos cuadros robados. Charles Hill, antiguo inspector jefe de Scotland Yard para crímenes relacionados con el arte, quien cooperó en la recuperación de "El grito" en 1994 tras su primer robo, cree que la policía noruega debería ofrecer algún tipo de recompensa para favorecer nuevas pistas.
Mientras tanto, este martes se supo que la administración del museo recibió el pasado mes de marzo medio millón de coronas noruegas (unos 61.000 euros) para mejorar la seguridad, y que ese dinero no se ha utilizado, según confirmó el director del Museo Munch, Gunnar Sorensen.