(Libertad Digital) Según fuentes de la investigación, que reproduce este jueves el diario El Mundo, el encargo del robo de ambas obras del pintor noruego Edvard Munich podría haber partido desde algún punto de la Costa del Sol y de un nuevo rico noruego que habría acumulado su fortuna producto del contrabando de alcohol y drogas en la década de los años 80.
Además, las investigaciones de la policía se habrían dirigido también hacia las zonas marginales de Oslo y ahí se les ha comentado que el precio de cada uno de los ladrones habría cobrado (en unas fotos que aparecieron del robo se contaron hasta tres) por el encargo podría superar los 60.000 euros.
Sin embargo, las pistas siguen siendo poco fiables. Testigos dicen haber visto a cinco individuos que actuaban de manera sospechosa en una calle céntrica de Oslo minutos previos al robo. La única certeza que la policía ha desvelado es que los autores son personas con un largo historial delincuente y organizados de forma profesional. Al parecer, los inspectores noruegos se habrían puesto en contacto con sus homólogos suecos, que tienen más experiencia en este tipo de casos. La revista noruega Se Og Hor ha ofrecido una recompensa de 100.000 coronas noruegas (unos 12.200 euros) por los dos cuadros robados. Charles Hill, antiguo inspector jefe de Scotland Yard para crímenes relacionados con el arte, quien cooperó en la recuperación de "El grito" en 1994 tras su primer robo, cree que la policía noruega debería ofrecer algún tipo de recompensa para favorecer nuevas pistas.