L D (EFE) La policía ha encontrado 50 cadáveres en avanzado estado de descomposición, así como 20 cráneos y esqueletos, en varios santuarios dedicados a la "magia negra" en un bosque del estado de Anambra. Según informaciones procedentes de la zona, los llamados "santuarios del diablo" están situados en los alrededores de Okija, localidad donde el gobernador de Anambra, Chris Ngige, prestó un juramento de lealtad a su "padrino político", Chris Uba, un influyente jefe tribal, antes de las elecciones de 2003.
El gobernador renegó más tarde de sus promesas y desató así una crisis de violencia política que afecta desde entonces a todo el estado. El comisario de la policía de Anambra, Felix Ogbaudu, quien dirigió personalmente las operaciones de allanamiento de los santuarios, dijo a la prensa que la visión de tantos cadáveres había sido "escalofriante". Ogbaudu afirmó que se le cayeron “las lágrimas ante el horrendo espectáculo de tantos restos humanos, algunos frescos, muchos decapitados, huesos amontonados durante muchos años de matanzas, féretros que contenían cadáveres y rodeados de todo tipo de amuletos y botellas con brebajes". El alto cargo policial manifestó estar "muy disgustado y preocupado de que cosas como estas sigan ocurriendo en mi país en pleno siglo XXI".
El gobernador renegó más tarde de sus promesas y desató así una crisis de violencia política que afecta desde entonces a todo el estado. El comisario de la policía de Anambra, Felix Ogbaudu, quien dirigió personalmente las operaciones de allanamiento de los santuarios, dijo a la prensa que la visión de tantos cadáveres había sido "escalofriante". Ogbaudu afirmó que se le cayeron “las lágrimas ante el horrendo espectáculo de tantos restos humanos, algunos frescos, muchos decapitados, huesos amontonados durante muchos años de matanzas, féretros que contenían cadáveres y rodeados de todo tipo de amuletos y botellas con brebajes". El alto cargo policial manifestó estar "muy disgustado y preocupado de que cosas como estas sigan ocurriendo en mi país en pleno siglo XXI".
Los hechiceros tribales organizan los rituales
Uno de los detenidos por su presunta participación en las ceremonias, identificado como Osita Ndukwu, explicó a los policías que quienes son ofendidos o perjudicados por alguien elevan sus quejas a los "sacerdotes" de los santuarios, que convocan a los ofensores. Estos son conminados a declarar y a veces deben ingerir pociones suministradas por los "hechiceros", con el resultado de que algunos de ellos mueren y, así, de quien queda con vida se asegura que es quien tenía la razón en el pleito.
El comisario Ogbaudu no excluyó que los "brujos" hayan estado también comerciando en órganos humanos ya que a algunos de los cadáveres les falta la cabeza u otras partes. Adelantó asimismo la probabilidad de que mucha gente cuyo paradero se desconoce haya terminado como víctima de las prácticas rituales en Okija
Al parecer, el informante de la policía, Chukwu Emezie Obed Igwe, pudo haberse infiltrado en el grupo de "hechiceros" haciéndose pasar por un iniciado en las prácticas del ocultismo nativo africano a fin de espiar sus actividades. El informante dijo que aun “cuando muera en esta misión, me sentiré muy feliz de cumplirla ya que es parte de la liberación y modernización que hemos emprendido en este estado".
La noticia del descubrimiento ocupa las portadas de la mayoría de los periódicos nigerianos, que coinciden en denunciar el "horror de antiguas prácticas de hechicería en el país". Con casi 130 millones de habitantes, el país más poblado de África, que se distribuyen en alrededor de 200 grupos tribales, Nigeria es considerado como uno de los países que presentan mayores problemas sociales en el continente. Desde su independencia de Gran Bretaña en 1960, el país ha sido escenario de frecuentes y sangrientos enfrentamientos, que han tenido como origen la diversidad étnica y religiosa de las poblaciones, en constante disputa por cuestiones territoriales, políticas y económicas.