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La Policía detiene en Córdoba a dos marroquíes acusados de 34 robos a turistas a los que asfixiaban

La Policía de Córdoba han detenido a dos jóvenes de nacionalidad marroquí, como principales sospechosos de cometer 34 robos con violencia a turistas. Utilizaban siempre el mismo método, que consistía en abordar a las víctimas por la espalda y asfixiarles, haciéndoles perder el conocimiento. Los agentes pudieron detenerles después de que una de las víctimas les ayudara en la persecución y los reconociera, interviniendo además algunos objetos robados.

L D (Europa Press) Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Córdoba han detenido a dos jóvenes, S.E.Q. y A.A., de 18 y 25 años, respectivamente, ambos de nacionalidad marroquí, como presuntos autores de 34 robos con violencia a turistas, a los que llegaban a asfixiar, haciéndoles perder incluso el conocimiento.
 
Según informó la Policía en un comunicado, para asaltar a sus víctimas, que se venían produciendo desde el pasado mes de agosto, empleaban siempre el mismo procedimiento, consistente en abordarlas uno de ellos por delante, simulando hacerle alguna pregunta, mientras el otro, les atacaba por detrás, agarrándoles  del cuello y presionando con tal violencia que hacían perder el conocimiento a algunos de los turistas asaltados. Ya dominados de esta manera, procedían a sustraerles todo lo que de valor poseyeran, huyendo inmediatamente, llevando a cabo estas acciones siempre en la misma franja horaria, entre las 14.00 y las 17.00 horas y en las zonas turísticas de la capital cordobesa.
 
Como consecuencia de la comisión de uno de estos hechos y cuando la Policía acudió en auxilio de una víctima, esta se prestó a acompañarles en el vehículo policial a la búsqueda de los infractores y en el recorrido identificó sin género de dudas a sus asaltantes. Como quiera que existía un fuerte dispositivo policial tendente a erradicar estos hechos, se dio aviso para lograr su detención y tras establecerse un cordón policial, se les logró detener y conducir a las dependencias policiales.

Cuando fueron registrados se les intervinieron distintos efectos, unos procedentes del último hecho y otros sustraídos anteriormente. Generalmente, los efectos sustraídos consistían en dinero en efectivo, tanto euros, como otras divisas, cámaras fotográficas, teléfonos móviles, joyas, pasaportes o tarjetas de crédito, entre otros.

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