L D (EFE) Los componentes de la organización, todos ellos rumanos, fueron detenidos en Gandía (Valencia) y Benidorm (Alicante) tras una serie de investigaciones iniciadas por la brigada de Extranjería y Documentación de Madrid a raíz de las denuncias de varias mujeres. La Policía practicó un registro en uno de los domicilios utilizados por los ahora detenidos, donde encontró a una menor indocumentada, quien ha sido trasladada a un centro de acogida de Valencia.
Al denunciar los hechos, las víctimas explicaron que habían sido engañadas para viajar a España con la promesa de un trabajo digno y que, al llegar, se les obligaba a ejercer la prostitución con violencia física y bajo la amenaza de causar daño a sus familias en Rumanía. El principal componente de la banda, Dimitru Constantin, alias Daniel C., de 33 años, fue detenido en Benidorm, localidad en la que residía habitualmente, aunque cambiaba frecuentemente de domicilio como medida de seguridad y había residido en diez puntos diferentes de esta población.
Dimitru, cuyo último domicilio conocido estaba ubicado en el edificio Marina de San Pedro, en la calle Miravall, tenía pendiente una orden de detención e ingreso en prisión del juzgado de instrucción número 11 de Madrid por hechos similares a los investigados en esta operación y además, la brigada de Extranjería de Sevilla tenía constancia de otras denuncias contra él por delitos semejantes.
Otros integrantes de la red, detenidos en Gandía, son Marcel Vasile, de 32 años; Florica Vasile, de 41 años y su esposa, Elena Petronela Gherasim, de 25 años, los dos primeros detenidos en abril del pasado año en Guadalajara y Parla (Madrid) por delitos similares. Los otros tres componentes del grupo, también arrestados en Gandía, son Catalin Marinescu, de 20 años; Cristian Marius Sandu, de 22 y Marian Lincan, de 24, según las fuentes, que indicaron que los ahora detenidos utilizaban en sus desplazamientos un Opel Calibra, un Opel Omega y un Mercedes que han sido intervenidos por los agentes.
Los componentes de la red han sido detenidos por delito relativo a la prostitución, falsificación de documentos, coacciones y amenazas, según las fuentes, que explicaron que en los registros fueron intervenidos documentos de mujeres víctima de la organización (algunas de ellas menores), documentación falsa utilizada por los detenidos, 2.000 euros y piezas de joyería, al parecer robadas.
Al denunciar los hechos, las víctimas explicaron que habían sido engañadas para viajar a España con la promesa de un trabajo digno y que, al llegar, se les obligaba a ejercer la prostitución con violencia física y bajo la amenaza de causar daño a sus familias en Rumanía. El principal componente de la banda, Dimitru Constantin, alias Daniel C., de 33 años, fue detenido en Benidorm, localidad en la que residía habitualmente, aunque cambiaba frecuentemente de domicilio como medida de seguridad y había residido en diez puntos diferentes de esta población.
Dimitru, cuyo último domicilio conocido estaba ubicado en el edificio Marina de San Pedro, en la calle Miravall, tenía pendiente una orden de detención e ingreso en prisión del juzgado de instrucción número 11 de Madrid por hechos similares a los investigados en esta operación y además, la brigada de Extranjería de Sevilla tenía constancia de otras denuncias contra él por delitos semejantes.
Otros integrantes de la red, detenidos en Gandía, son Marcel Vasile, de 32 años; Florica Vasile, de 41 años y su esposa, Elena Petronela Gherasim, de 25 años, los dos primeros detenidos en abril del pasado año en Guadalajara y Parla (Madrid) por delitos similares. Los otros tres componentes del grupo, también arrestados en Gandía, son Catalin Marinescu, de 20 años; Cristian Marius Sandu, de 22 y Marian Lincan, de 24, según las fuentes, que indicaron que los ahora detenidos utilizaban en sus desplazamientos un Opel Calibra, un Opel Omega y un Mercedes que han sido intervenidos por los agentes.
Los componentes de la red han sido detenidos por delito relativo a la prostitución, falsificación de documentos, coacciones y amenazas, según las fuentes, que explicaron que en los registros fueron intervenidos documentos de mujeres víctima de la organización (algunas de ellas menores), documentación falsa utilizada por los detenidos, 2.000 euros y piezas de joyería, al parecer robadas.