L D (EFE) Según un comunicado de la Dirección General de la Policía, agentes adscritos a la Brigada Provincial de Extranjería de Santander y Oviedo determinaron la existencia de una red de inmigración ilegal y prostitución relacionada con el Club "Victoria", ubicado en el Alto del Bosque en Entrambasaguas (Cantabria).
Los dueños del club son Vicente S. A., de 48 años, vecino de Torrelavega, y su hijo, Cristian S. B., de 22 años. También han sido detenidos Domingo S.Q., de 34 años, de nacionalidad dominicana y vecino de Santander, su hermana Dyomaris S.Q., de 29 años con el mismo domicilio, y el ciudadano lituano Tivadoras K., de 36 años, que se alojaba en el mismo club, estos últimos encargados del control directo de las extranjeras.
Asimismo, han sido arrestadas por estancia irregular tres ciudadanas brasileñas, tres rumanas y una argentina y se ha incoado expediente de expulsión a siete brasileñas que trabajaban en el club de alterne sin el correspondiente permiso. Los responsables del club Victoria estaban favoreciendo la entrada ilegal en España de ciudadanas brasileñas, que luego eran enviadas a un club de alterne a ejercer la prostitución. Gestionaban directamente contactos en Brasil a través de los cuales se captaban a mujeres extranjeras en situación de necesidad, a las que ofrecían pagar la totalidad de los gastos de viaje para venir a España. Tras los contactos, se fijaban las fechas del viaje y acordaban la ruta a seguir que era Sao Paulo-París-Bilbao.
A su llegada al aeropuerto de Bilbao las recogían y trasladaban directamente al Club "Victoria", retirándoles los billetes y las conminaban a suscribir una especie de contrato privado en el que se comprometían a pagar la deuda contraída y a no abandonar el club en un período mínimo de tres meses. Durante el tiempo en que estaban pagando la deuda no disfrutaban de permiso para salir libremente, les obligaban a comprar en el club todos los enseres y ropas que necesitasen y se les imponía un horario rígido de trabajo. Cualquier incumplimiento de las obligaciones era castigado con una multa que se sumaba a la deuda ya contraída.
La Policía registró el club “Victoria” e intervino numerosa documentación inculpatoria de la participación de los detenidos, así como una pistola simulada y unos 18.000 euros. Se ha contado con el apoyo de la ONG Red Cántabra contra el Tráfico de Personas y la Explotación Sexual que ha colaborado con la puesta a disposición de centros de acogida para las mujeres extranjeras que fueron liberadas de la situación de explotación a la que estaban sometidas.
Los dueños del club son Vicente S. A., de 48 años, vecino de Torrelavega, y su hijo, Cristian S. B., de 22 años. También han sido detenidos Domingo S.Q., de 34 años, de nacionalidad dominicana y vecino de Santander, su hermana Dyomaris S.Q., de 29 años con el mismo domicilio, y el ciudadano lituano Tivadoras K., de 36 años, que se alojaba en el mismo club, estos últimos encargados del control directo de las extranjeras.
Asimismo, han sido arrestadas por estancia irregular tres ciudadanas brasileñas, tres rumanas y una argentina y se ha incoado expediente de expulsión a siete brasileñas que trabajaban en el club de alterne sin el correspondiente permiso. Los responsables del club Victoria estaban favoreciendo la entrada ilegal en España de ciudadanas brasileñas, que luego eran enviadas a un club de alterne a ejercer la prostitución. Gestionaban directamente contactos en Brasil a través de los cuales se captaban a mujeres extranjeras en situación de necesidad, a las que ofrecían pagar la totalidad de los gastos de viaje para venir a España. Tras los contactos, se fijaban las fechas del viaje y acordaban la ruta a seguir que era Sao Paulo-París-Bilbao.
A su llegada al aeropuerto de Bilbao las recogían y trasladaban directamente al Club "Victoria", retirándoles los billetes y las conminaban a suscribir una especie de contrato privado en el que se comprometían a pagar la deuda contraída y a no abandonar el club en un período mínimo de tres meses. Durante el tiempo en que estaban pagando la deuda no disfrutaban de permiso para salir libremente, les obligaban a comprar en el club todos los enseres y ropas que necesitasen y se les imponía un horario rígido de trabajo. Cualquier incumplimiento de las obligaciones era castigado con una multa que se sumaba a la deuda ya contraída.
La Policía registró el club “Victoria” e intervino numerosa documentación inculpatoria de la participación de los detenidos, así como una pistola simulada y unos 18.000 euros. Se ha contado con el apoyo de la ONG Red Cántabra contra el Tráfico de Personas y la Explotación Sexual que ha colaborado con la puesta a disposición de centros de acogida para las mujeres extranjeras que fueron liberadas de la situación de explotación a la que estaban sometidas.