L D (Agencias) A pesar de que ayer mismo Polzer declaraba en rueda de prensa que no había indicios para sospechar de la mujer de Fritzl o de los hijos que vivían con ellos, el jefe de la policía criminalística ha asegurado que es muy posible que el carcelero recibiera algún tipo de ayuda para perpetrar el largo secuestro que duraba ya 24 años.
Asimismo, para Polzer hay indicios de que Fritzl, de 73 años, pensaba desde hace meses acabar con la tortura de su hija. A fines de 2007, le hizo escribir a Elisabeth una carta dirigida a su familia en la que anunciaba que este verano volvería a Amstetten con sus hijos.
Esta hipótesis coincide con la información que publica la revista alemana Brigitte que afirma que uno de los hijos que convivían normalmente con la familia en la 'parte alta' de la casa tuviera una copia de la llave electrónica que daba al sótano. Sin embargo, la Policía no lo ha confirmado de momento.
Además, también se ha podido saber que Fritzl había instalado un dispositivo eléctrico que permitía que la puerta del 'zulo de los horrores' se abriera sola en el caso de que él desapareciera.