L D (EFE) El coordinador de Asistencia Humanitaria de la ONU, Jan Egeland, informó, al término de una reunión de donantes celebrada en Ginebra, de que Japón es el mayor contribuyente y entregará 250 millones de dólares en efectivo. Lo mismo harán, dijo Egeland, otros países como Alemania que entregará 67 millones, seguido de Noruega (65), Reino Unido (74), EEUU (35), Suecia (23), la Comisión Europea (61), China (20), Canadá (29), Australia (14) Dinamarca (22), Finlandia (13) y Rusia (22).
Japón es el mayor contribuyente, pues durante la conferencia de donantes su viceministro de Asuntos Económicos, Shuzen Tanigawa, anunció que Tokio entregará 250 millones de dinero en efectivo. Egeland, que recalcó la necesidad de "mantener este nivel de esfuerzo en los próximos meses", consideró positivo ver que países que tradicionalmente no son donantes –como China y Rusia– se han sumado al esfuerzo y señaló que espera que ésa sea la nueva tónica que impere. El coordinador de la asistencia humanitaria de la ONU agradeció a los medios de comunicación su presencia en la zona y aseguró que "la prensa también ha tenido que ver con este éxito".
Por su parte, el vicepresidente del Banco Mundial (BM), James Adams, subrayó la importancia de que sean las mismas comunidades de afectados los que diseñen sus planes de recuperación, con propuestas de "estrategias a largo plazo que vayan hacia el crecimiento económico y la reducción de la pobreza". Adams señaló que el BM puede aumentar su asistencia hasta 1.000 millones de dólares en los próximos meses.
Egeland pidió a los gobiernos de esos países que "faciliten el acceso de las agencias humanitarias incluso en las zonas de conflicto". A ese respecto, la ministra holandesa de Cooperación para el Desarrollo, Agnes van Ardenne-Van der Hoeven, pidió que la ayuda humanitaria en los países en que hay movimientos que "contestan la autoridad del Gobierno tiene que ser neutral. Pero cuando llegue la reconstrucción, tenemos que ver que esa fase va de la mano de la paz". El representante de Japón, en sintonía con las demás delegaciones, afirmó que su Gobierno quiere que "la ONU desempeñe un papel central", y anunció que Tokio "proporcionará asistencia lo máximo posible mediante recursos financieros, conocimiento y experiencia y recursos humanos".