L D (EFE) "Por el momento, la OMS no percibe significativas amenazas para la salud de la población", afirmó este lunes Bob Dietz, portavoz de la oficina de la OMS en Pekín, días antes del mayor éxodo de población del año en China debido a las vacaciones de Año Nuevo.
Tras el anuncio, expertos de esta organización con sede en Ginebra se reunieron este lunes con funcionarios del Ministerio chino de Salud, primer paso para la conversión del enfermo con síntomas de la enfermedad en un caso confirmado de SRAG. Paradójicamente, las autoridades desconocen la ocupación del nuevo enfermo, aunque los expertos negaron que existan "evidencias de contacto con animales salvajes, como la civeta", mamífero que centra las pesquisas sobre el origen de este virus, para el que aún no existe vacuna.
Por otra parte, la OMS intenta corroborar los rumores sobre un nuevo caso de SRAG en la ciudad de Shenzhen, un hombre de 38 años que trabajaba en un mercado de carne y verduras, que fue desinfectado este sábado y reabierto al día siguiente. Las autoridades sanitarias de esta metrópoli financiera reconocen la hospitalización de varias personas en los últimos días con fiebre alta y síntomas de neumonía común, pero negaron el ingreso de un paciente con SRAG. Mientras, la camarera, de 20 años, permanece en cuarentena, aunque su recuperación va por buen camino y podría ser dada de alta esta semana, informaron fuentes del Hospital Popular Número 8 de Cantón.
Según el Ministerio de Transporte, durante estos días de vacaciones se producirán 2.000 millones de desplazamientos por aire, tierra y mar, lo que multiplica las posibilidades de contagio y propagación del virus. El Gobierno chino ha enviado vehículos de desinfección y equipos de control de temperatura en todas las terminales de autobuses, trenes, aviones y barcos, con la orden de impedir el embarque a los pasajeros que muestren una temperatura superior a los 38 grados.