L D (EFE) Según el comunicado de la OMS, que pone así fin al tercer rebrote del SRAG desde que se superó la epidemia del año 2003, "ya han pasado más de tres semanas desde el aislamiento del último caso de neumonía asiática, lo que sugiere que la cadena de transmisión humana se ha roto". A causa de dicho brote falleció una persona y otras seis fueron dadas de alta.
Todo apunta a que el brote se originó en el Instituto Nacional de Virología en Pekín, donde se estaban realizando experimentos con el coronavirus del SRAG vivo e inoculado, pero las investigaciones realizadas hasta ahora no han permitido descubrir cómo exactamente se contagiaron los dos primeros casos, que trabajaban en el centro, a finales de marzo y mediados de abril.
La OMS está preocupada por posibles errores en los procedimientos de bioseguridad del laboratorio, y también en los hospitales que trataron a los pacientes (donde se contagiaron otras personas) pero todavía no ha podido identificar cuál fue el fallo que provocó el contagio original. Cuatro equipos de investigadores de la OMS han visitado China en las últimas semanas para ver el laboratorio y entrevistar a los expertos que trabajan allí, tratando de descubrir la cadena de transmisión.
El brote, que obligó a aislar o a poner en observación médica a más de mil personas en Pekín y la provincia oriental de Anhui, no supuso, sin embargo, una amenaza para la salud pública, según la OMS, ya que en todo momento se conocía la cadena de transmisión desde los dos contagiados originales a sus familiares y cuidadores. El SRAG causó alarma mundial el año pasado, cuando afectó a unas 8.000 personas en más de treinta países, provocando la muerte de 774 de ellas, según cifras de la OMS.