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La OMS critica a China y advierte de que la neumonía atípica no está bajo control

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que es todavía muy pronto para determinar si la crisis producida por la neumonía atípica ha finalizado y criticó al Gobierno chino por anunciar que la epidemia "está bajo control". Han coincidido en señalar que China debe aprovechar esta oportunidad para mejorar el sistema sanitario del país, deficiente para atajar brotes de epidemias como la actual.

L D (EFE) "A pesar de los esfuerzos de las autoridades chinas para combatir la neumonía, es demasiado pronto para afirmar que la epidemia haya finalizado o que esté bajo control", declaró a la prensa en Pekín Keiji Fukuda, experto en enfermedades infecciosas de la OMS.

Según Fukuda, cada día "hay nuevos casos en Pekín de pacientes infectados sin haber mantenido un contacto directo con otros enfermos de neumonía, lo que indica claramente que hay brotes nuevos descontrolados". "Es necesario enfocar toda nuestra atención en el campo, ya que, al contrario de lo que sucede en las grandes ciudades, la falta de recursos sanitarios en el medio rural supone una amenaza incluso mayor que la propia epidemia", manifestó Fukuda tras realizar una visita de inspección a la provincia de Hebei, norte de China.

"El Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) ha comenzado ya a extenderse con rapidez por el campo, mientras que en las ciudades los casos se han estabilizado", declaró Xu Dezhong, epidemiólogo del Ministerio de Salud chino. Xu dijo que las cifras "son alarmantes debido a que muestran que la enfermedad ya se ha extendido por quince provincias, pues un total de 85 distritos de Shanxi, Hebei y Mongolia Interior han informado de casos de neumonía".

Por su parte, los campesinos, asustados por la amenaza del virus y la falta de hospitales rurales, han empezado a desempolvar viejas fórmulas ocultistas y a contratar los servicios de magos, monjes y chamanes para luchar contra la enfermedad mortal, señala la prensa local. Poderes sobrenaturales, medicina tradicional china, masaje preventivo, hierbas medicinales, acupuntura y rezos budistas son algunos de los métodos adoptados por los campesinos para defenderse de la epidemia. "El SRAG es algo completamente desconocido para los campesinos, por lo que su miedo al contagio ha sido usado por los magos para hacerles creer en sus poderes sobrenaturales y supersticiones antes de confiar en la ciencia", señaló He Dazhi, experto en temas paranormales.

Diversos países, entre ellos Estados Unidos, y organizaciones internacionales como la Cruz Roja o Médicos Sin Fronteras ofrecieron ayuda científica a China para luchar contra el SRAG, aunque las autoridades chinas no han aceptado más que donativos en metálico o sofisticado equipamiento médico. Una de las consecuencias internacionales de la epidemia es que numerosos países rehúsan aceptar visitantes procedentes de China, mientras que otros exigen pasar una cuarentena de dos semanas o aportar un certificado médico de buena salud. De los 164 países con los que China mantiene relaciones diplomáticas, 110 han impuesto restricciones a los ciudadanos chinos e incluso se les deniega el visado de turista o de negocios.

Por su parte, en la ciudad de Shenzhen, provincia de Cantón y lugar donde se originó la epidemia, las autoridades buscan desesperadamente a los mil invitados de una boda para ponerlos en cuarentena después de descubrir que el padre del novio estaba enfermo de SRAG. Hasta el momento han sido localizadas 362 personas, entre invitados y camareros del restaurante donde se celebró el banquete, de las que 59 están bajo estricta observación por su contacto próximo con el recién estrenado suegro. Por ahora y según datos oficiales, un total de 262 personas han muerto en China (580 en todo el mundo) como consecuencia del SRAG, y 5.086 están infectadas en el gigante asiático (7.608 en el mundo).

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