L D (EFE) Garson presentó este jueves en Barcelona el informe anual "Tendencias de las migraciones internacionales 2003".
En el caso de España, el informe relata que a finales de 2001 había 1.110.000 emigrantes, de los que 235.000 procedían de Marruecos, 85.000 de Ecuador y había, además, 80.000 británicos y 63.000 alemanes, la mayoría de ellos con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años. Según los datos de la Seguridad Social, dos terceras partes de estos inmigrantes son hombres, aunque en el caso de las personas procedentes de Colombia, Perú, República Dominicana y Filipinas la tendencia disminuye. En el año 2002, el número ya había aumentado hasta 1.250.000 millones de personas, lo que supone un 3,2 por ciento del total de la población.
El experto francés consideró que, comparado con otros países como Austria, Bélgica o Suiza, que cuentan con un 20 por ciento de inmigrantes en su población, "no debe haber ninguna alarma". El problema que debería tenerse en cuenta en el caso español, según Garson, "es que esta emigración ha llegado en un periodo de tiempo muy corto", y ha hecho especial referencia a las personas que proceden de países de Latinoamérica.
En el caso de España, el informe relata que a finales de 2001 había 1.110.000 emigrantes, de los que 235.000 procedían de Marruecos, 85.000 de Ecuador y había, además, 80.000 británicos y 63.000 alemanes, la mayoría de ellos con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años. Según los datos de la Seguridad Social, dos terceras partes de estos inmigrantes son hombres, aunque en el caso de las personas procedentes de Colombia, Perú, República Dominicana y Filipinas la tendencia disminuye. En el año 2002, el número ya había aumentado hasta 1.250.000 millones de personas, lo que supone un 3,2 por ciento del total de la población.
El experto francés consideró que, comparado con otros países como Austria, Bélgica o Suiza, que cuentan con un 20 por ciento de inmigrantes en su población, "no debe haber ninguna alarma". El problema que debería tenerse en cuenta en el caso español, según Garson, "es que esta emigración ha llegado en un periodo de tiempo muy corto", y ha hecho especial referencia a las personas que proceden de países de Latinoamérica.