Los ex-pañoles, ya desde niños, saben que pueden chotearse de la justicia, porque la justicia es, en efecto, un cachondeo aquí en Ex-paña.
Y yo que me acojoné cuando recibí una cédula de citación del juzgado aquel viernes y no pude saber hasta el lunes de qué se trataba, ya que era fin de semana, y pasé un sabadito y un dominguito dándole vueltas a la cabeza y con dificultades para dormir pensando en qué querría de mi el juzgado...
Resultó ser la citación para el juicio por robo de mi coche. En efecto, una noche, unos delincuentes huían de la policía en otro vehículo y para despistarla entraron por mi calle con el fin de robar otro coche y huir así en otro diferente del que perseguía la policía. Pero la policía les trincó después de que los chorizos se estrellaran con mi coche. La polícía, en efecto, no es tonta.
Entonces, la policía se hizo cargo de la denuncia y demás trámites, ya que yo me enteré de todo esto que relato a la mañana siguiente cuando fuí a coger el coche para irme a trabajar y vi que no estaba.
Claro, mi coche siniestro total y a mi que se me olvida ya el asunto. Al cabo del tiempo recibo la citación para juicio penal y claro, los huevos de corbata.
Y venga y dale que te pego ¿Y qué he hecho yo?, ¿Y de qué será esto?, si yo no he tenido nada con nadie. Y haber si se han equivocado, etc. Así todo el fin de semana aquel. Acojonado.
Acojonado porque soy lo que les gusta a los políticastros : un ciudadano de bien y contribuyente, que no está acostumbrado a los juicios ni a los tribunales. Un ciudadano de los que no dan la lata y a los que no se les perdona ni una multa ni un retraso en el pago de un impuesto y que si, por cualquier motivo, la cagase (un atropello en un paso de cebra, un tiesto que se me cae del balcón y golpea a alguien en un día de viento, etc.), me caería todo el peso de la Ley.
Hoy en día está todo tan sumamente desvirtuado, que ya con 14 añitos y sin tener antecedentes policiales ni penales, una ciudadana acude al juzgado o a las dependencias policiales por causa de un asesinato con la tranquilidad y la naturalidad del que va a tomar un cafelito y encima se chotea de quienes la interrogan y de quien haga falta y no siente ni el más lejano atisbo de vergüenza por cambiar totalmente sus declaraciones, mientras yo, con 45 años, recibo una citación que trae escrita la palabra 'penal' y que al final era para acudir al juicio en calidad de propietario del coche que fue robado y me acojono vivo.
El mostruito que estamos creando en nombre de una libertad y una democracia nefastamente entendidas, nos terminará comiendo por los pies (ya nos está devorando) y será el cáncer con metástasis de nuestro país (cáncer ya padece España, ahora está evolucionando a metástasis sistémica).
Si estuvieran legalizados el suero y la maquina de la verdad...ni aqui habia caso ya....ni en españa habia tanto corrupto.
Completamente de acuerdo con TOPFRAN, cuando yo era adolescente recuerdo el terror o mejor dicho respeto que me producía pasar por delante de un edificio que había en Valencia y en cuyo frontispicio rezaba: TRIBUNAL TUTELAR DE MENORES, y pensaba que es donde juzgaban los desmanes de las de mi edad y por eso me impresionaba. Ahora ya veo que aquel sano respeto o temor no existe y ni a la gitana le impresiona el tricornio.
suma y sigue