L D (EFE) En el interior será introducido un saquito de terciopelo con las medallas del pontificado y un pergamino con su biografía dentro de un tubo de cobre. Una vez concluido el funeral, en la plaza de San Pedro, el féretro será trasladado a las Grutas Vaticanas, tras introducirlo en los otros dos, será depositado en el mismo lugar donde estuvo enterrado Juan XXIII.
El Maestro de Ceremonias Pontificias, Piero Marini, precisó que será un enterramiento muy sencillo, sobre la tierra, en cuya lápida será escrito el nombre y las fechas del pontificado, al estilo del de Pablo VI. Juan Pablo II descansará a poco metros de la tumba de San Pedro, al lado de Pablo VI y frente al sarcófago de Juan Pablo I.
Sobre la muerte del Pontífice, el arzobispo Marini precisó que en el momento del óbito estaba presente el camarlengo, el cardenal español Eduardo Martínez Somalo, otros purpurados y el personal médico y que el deceso se constató tras realizar un electrocardiograma que duró un largo espacio de tiempo. Marini subrayó que el rito de la constatación de la muerte no corresponde necesariamente con el real y que en la noche del 2 de abril, cuando el Papa murió (a las 21,37 horas) no estaban presentes todos los prelados que debían presenciar el óbito.
De ahí que se realizase al día siguiente (a primeras horas de la mañana) la constatación oficial de la muerte por parte de Martínez Somalo. El arzobispo Marini agregó que "creo que hicimos una cosa más digna (en las horas posteriores a la muerte), ya que el cadáver fue revestido y trasladado a la capilla privada del Papa.
El cadáver no fue embalsamado, según precisó, categóricamente, Navarro Valls, que agregó que sólo ha sido preparado teniendo en cuenta que hasta el viernes no será enterrado y expuesto al homenaje de los fieles.
El Maestro de Ceremonias Pontificias, Piero Marini, precisó que será un enterramiento muy sencillo, sobre la tierra, en cuya lápida será escrito el nombre y las fechas del pontificado, al estilo del de Pablo VI. Juan Pablo II descansará a poco metros de la tumba de San Pedro, al lado de Pablo VI y frente al sarcófago de Juan Pablo I.
Sobre la muerte del Pontífice, el arzobispo Marini precisó que en el momento del óbito estaba presente el camarlengo, el cardenal español Eduardo Martínez Somalo, otros purpurados y el personal médico y que el deceso se constató tras realizar un electrocardiograma que duró un largo espacio de tiempo. Marini subrayó que el rito de la constatación de la muerte no corresponde necesariamente con el real y que en la noche del 2 de abril, cuando el Papa murió (a las 21,37 horas) no estaban presentes todos los prelados que debían presenciar el óbito.
De ahí que se realizase al día siguiente (a primeras horas de la mañana) la constatación oficial de la muerte por parte de Martínez Somalo. El arzobispo Marini agregó que "creo que hicimos una cosa más digna (en las horas posteriores a la muerte), ya que el cadáver fue revestido y trasladado a la capilla privada del Papa.
El cadáver no fue embalsamado, según precisó, categóricamente, Navarro Valls, que agregó que sólo ha sido preparado teniendo en cuenta que hasta el viernes no será enterrado y expuesto al homenaje de los fieles.