L D (Agencias) Las provincias afectadas son Avila, Burgos, Cáceres, Cantabria, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Guadalajara, Huesca, Jaén, León, Lugo, Madrid, Málaga, Ourense, Palencia, Salamanca, Segovia, Sevilla, Soria, Toledo, Valencia, Valladolid y Zamora.
La niebla, según la DGT, provoca circulación condicionada, en la que es recomendable extremar la prudencia y no sobrepasar la velocidad de 100 kilómetros por hora en autopista y autovía y de 80 kilómetros por hora en el resto de carreteras.
La N-I a la altura de Miranda de Ebro, la N-630 en Cáceres, la N-340 en Cádiz, la A-4 en Almuradiel y en Villarta de San Juan (ambas en Ciudad Real) tienen problemas por la niebla. En Córdoba, la A-4 está afectada por este fenómeno meteorológico y en Granada, la N-432 a la altura de Puerto Lope, así como la A-2 en Guadalajara, la AP-2 y la N-II en Huesca; y la A-4 en Jaén.
También la A-6 y la N-VI en León y en Lugo registran tramos de niebla; los accesos a Madrid en la A-3, la A-4 y la A-5 se ven afectados por la niebla, al igual que la M-40 y la M-45. En Sevilla, la A-4 registra tramos con niebla a la altura de Ecija, mientras la SE-30 se ve afectada por la lluvia; en Toledo, hay niebla en la A-4 y la A-5, así como en la N-403.
La A-3 en Valencia, la A-6, la N-122 y la N-601 en Valladolid y la N-122 en Toro (Zamora) también sufren los efectos de la niebla.
Barajas, sin problemas
Fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) confirmaron aque, ante la ausencia de niebla, las operaciones aéreas en Barajas se desarrollan con normalidad y las instalaciones son capaces de absorber hasta 39 aterrizajes y otros 39 despegues a la hora, la máxima capacidad.
Los pasados miércoles y jueves, el aeropuerto, por medidas de seguridad, tuvo que reducir durante varias horas hasta 15 el número de aterrizajes por hora como consecuencia de la niebla que cubría las pistas.
Esta situación ocasionó la cancelación de decenas de trayectos, retrasos en prácticamente todos los vuelos y miles de pasajeros afectados por las demoras y por las pérdidas de conexiones protagonizaron escenas de tensión con los empleados de las compañías y numerosas protestas ante las oficinas de las distintas aerolíneas.
La niebla en Barajas repercutió por el "efecto dominó" a otros aeropuertos de la red nacional de AENA que también sufrieron demoras y cancelaciones de trayectos.