L D (EFE) El último fallecido es un hombre de 57 años de edad que estaba ingresado en el Hospital de Rehabilitación San Juan, en el que también se registró el caso que originó el segundo brote neumónico. El número de casos probables también ha experimentado un salto sustancial, ahora son 43, cuando hace dos días sólo superaban ligeramente la decena.
El doctor Colin D'Cunha ha justificado la multiplicación de casos en la adopción de los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la hora de definir qué pacientes han contraído el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG). Pero la cuadruplicación de los enfermos con neumonía asiática en la ciudad está empezando a pasar factura a los propios responsables sanitarios de Ontario quienes el viernes, durante una conferencia de prensa, dejaron traslucir su pesimismo respecto a un rápido control del segundo brote neumónico.
El doctor D'Cunha, jefe médico de Ontario y quien hasta hace poco se mostraba optimista sobre la extensión de la infección, se expresó casi en términos dramáticos. "Por favor ayuden a la sociedad, ayuden a dominar el SRAG", dijo en referencia a varios casos de personas que deberían estar en cuarentena y que han sido descubiertas en centros comerciales comprando y sin máscaras protectoras.
El comisionado de Seguridad Pública de Ontario, el doctor James Young, también ha destacado otro de los graves problemas a los que se enfrenta la provincia al recordar que el sistema sanitario está al límite y que una de las prioridades en la actualidad "es proteger nuestro personal". "Este es un fin de semana crítico. No estamos fuera de peligro. Estamos vigilando cuidadosamente. Este fin de semana y los primeros días de la que viene nos indicarán si hemos sido efectivos con las normas que hemos puesto en vigor", dijo Young.
Para añadir más preocupación al ambiente, en las últimas horas se ha sabido que una enfermera de un hospital de Ottawa podría estar infectada con la enfermedad y que los ocupantes de un edificio de 300 viviendas de Toronto han sido advertidos de que dos inquilinos están entre los seis muertos del segundo brote.
El doctor Colin D'Cunha ha justificado la multiplicación de casos en la adopción de los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la hora de definir qué pacientes han contraído el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG). Pero la cuadruplicación de los enfermos con neumonía asiática en la ciudad está empezando a pasar factura a los propios responsables sanitarios de Ontario quienes el viernes, durante una conferencia de prensa, dejaron traslucir su pesimismo respecto a un rápido control del segundo brote neumónico.
El doctor D'Cunha, jefe médico de Ontario y quien hasta hace poco se mostraba optimista sobre la extensión de la infección, se expresó casi en términos dramáticos. "Por favor ayuden a la sociedad, ayuden a dominar el SRAG", dijo en referencia a varios casos de personas que deberían estar en cuarentena y que han sido descubiertas en centros comerciales comprando y sin máscaras protectoras.
El comisionado de Seguridad Pública de Ontario, el doctor James Young, también ha destacado otro de los graves problemas a los que se enfrenta la provincia al recordar que el sistema sanitario está al límite y que una de las prioridades en la actualidad "es proteger nuestro personal". "Este es un fin de semana crítico. No estamos fuera de peligro. Estamos vigilando cuidadosamente. Este fin de semana y los primeros días de la que viene nos indicarán si hemos sido efectivos con las normas que hemos puesto en vigor", dijo Young.
Para añadir más preocupación al ambiente, en las últimas horas se ha sabido que una enfermera de un hospital de Ottawa podría estar infectada con la enfermedad y que los ocupantes de un edificio de 300 viviendas de Toronto han sido advertidos de que dos inquilinos están entre los seis muertos del segundo brote.